El Gobierno Vasco ultima un informe que ayudará a fijar zonas tensionadas
Arriola avanza que la nueva herramienta «dará soporte a su declaración» para poder limitar los precios de los alquileres
La nueva ley estatal de Vivienda ha introducido conceptos como el de los 'grandes tenedores' de pisos, pero también el de 'zonas tensionadas' para ... el alquiler. Seis meses después de la entrada en vigor de la norma, ninguna comunidad autónoma ha regulado aún estas zonas tensionadas y, en Euskadi, esta cuestión ha provocado roces entre los dos socios de gobierno –PNV y PSE– por la decisión del Ejecutivo vasco de recurrir la ley por una presunta invasión de competencias. Sin embargo, a la espera de que se dilucide este contencioso entre las administraciones central y vasca, el Departamento de Vivienda que lidera Iñaki Arriola (PSE) sigue trabajando en herramientas que permitan establecer zonas tensionadas.
Según la ley de Vivienda, las zonas tensionadas son aquellas donde hay una desproporción entre el precio de los alquileres y el poder adquisitivo de los habitantes. En concreto, para que las autonomías puedan declarar una zona tensionada se debe cumplir al menos uno de estos requisitos: que el coste del alquiler supere el 30% de los ingresos medios de un hogar o que los precios hayan aumentado tres puntos por encima del IPC en los últimos 5 años.
En una respuesta parlamentaria a Elkarrekin Podemos-IU, el consejero Arriola explica que en julio su departamento realizó «un primer informe de aproximación de impactos sobre el esfuerzo financiero realizado por la ciudadanía vasca para sufragar su vivienda», que fue «de carácter interno». Para elaborarlo se tuvo en cuenta «los precios reales de los alquileres de cada distrito censal (EMAL), los gastos medios de suministros (INE) y la renta personal y familiar anual (Eustat-Renta 2020)». Este informe está siendo actualizado actualmente con los nuevos datos de renta de 2021.
Cuando culmine la actualización, «este informe, que esta vez será objeto de difusión pública, ayudará a determinar las zonas tensionadas en Euskadi y a dar soporte a su declaración como tal, tras el proceso y siguiendo el protocolo sobre los que informaremos a los ayuntamientos en fechas, asimismo, próximas».
Arriola avanza que «abordaremos la herramienta con rigor, porque tan malo es despreciarla de entrada, sin ningún análisis, como hacer de ella una pócima milagrosa de uso indiscriminado».
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