Gipuzkoa contiene sus focos y suma un nuevo positivo de Covid-19 en Irun, en una jornada sin fallecimientos

Los focos de contagio de Covid-19 registrados el fin de semana pasado en Gipuzkoa, especialmente el de Aia y Orio, que preocupaba por su mayor expansión con 17 positivos, comienzan a dar signos de contención. En las últimas 24 horas no se han registrado nuevos casos relacionados con este brote, aunque aún se investiga la relación de un positivo contabilizado en Aia el jueves. La consejera de Salud, Nekane Murga, ya reconoció que su departamento estaba «satisfecho» por la evolución de este foco que consideran controlado. La detección precoz y el rastreo de contactos mediante PCR ha sido clave para evitar una propagación mayor.

Asimismo, el brote detectado en Altzo sigue limitado a los tres miembros de una misma familia, un matrimonio y su hijo menor, contagiados después de que el padre viajara a México por trabajo. Otro menor de la misma familia dio negativo en Covid.

Sin embargo, Gipuzkoa sumó ayer un nuevo caso de coronavirus, localizado en Irun, concretamente en la zona de Salud de Dumboa. En total fueron tres los contagios detectados en Euskadi, los otros dos en Bizkaia, en una jornada en la que no hubo que lamentar fallecidos por la enfermedad.

Aunque el goteo de positivos sigue activo, la cifra de tres casos es la más baja registrada en Euskadi desde el 31 de mayo, día en el que no hubo casos nuevos. El mes de junio, clave en la aplicación de las fases de la desescalada y el paso a la nueva normalidad desde el viernes 19, había registrado jornadas con repuntes de los positivos detectados, como los 19 del día 9 o los 21 del día 12. En total, en la última semana se han contabilizado 49 contagios entre los tres territorios vascos, 21 de ellos en Gipuzkoa por la aparición de los focos mencionados.

El brote de Orio comenzó con apenas tres casos de un núcleo familiar. Día a día fue sumando casos y Sanidad lo incluyó dentro de los principales focos que habían surgido en las últimas semanas en todo el Estado. El rastreo por parte de la Consejería de Salud del Gobierno Vasco permitió detectar el origen del mismo, que se encontraba en dos familias de Aia y Orio con relación entre sí. Osakidetza realizó varias pruebas PCR a unas 50 personas que habían mantenido contacto, bien social o laboral, con los afectados, para conocer si se habían infectado y poder así frenar la transmisión del virus.

A pesar de que la Covid-19 sigue sumando casos en Euskadi y focos que han surgido en el último mes, incluidos los de los hospitales de Txagorritxu y Basurto que Osakidetza considera «cerrados», la situación epidemiológica está muy lejos de los momentos más crudos de la crisis sanitaria, como se refleja en el estado de la red sanitaria vasca. El número de pacientes que permanecen en la UCI sigue siendo de seis, el mismo que en la jornada anterior, y otras dos personas han recibido el alta hospitalaria.

Además, se han registrado 26 personas más libres de Covid en las últimas horas, es decir, pacientes que han dado PCR negativo tras haber contraído días atrás la enfermedad. En cuanto a los test rápidos, en los 139 realizados, cinco personas han dado positivo, por lo que han generado anticuerpos o inmunidad contra el virus, lo que podría indicar que habrían estado infectados sin síntomas.

Aunque ayer no se registraron nuevas víctimas, la cifra de fallecidos en Euskadi se eleva a los 1.611, y la de contagiados se queda en 20.926, justo cuando se han cumplido cuatro meses desde que se detectaron los primeros casos en la CAV. Fue el 28 de febrero, con los positivos de una joven de Aretxabaleta contagiada en un viaje a Italia que recibió asistencia en su domicilio y una médico del Hospital de Txagorritxu que había viajado por Andalucía, donde el virus ya contaba con focos importantes. Apenas 15 días después se declaraba el estado de alarma y la cuarentena, cuando Euskadi ya sumaba 521 contagios y 19 muertes.

La consejera de Salud, Nekane Murga, hizo ayer balance de estos cuatro meses y reconoció haber vivido momentos «difíciles» desde el inicio de la crisis sanitaria. En declaraciones a la televisión pública vasca señaló que los peores fueron cuando le comunicaron el primer fallecido, cuando llegó la muerte del primer sanitario y «también en ocasiones, cuando los pedidos de material no llegaban».

Respecto a la detección del virus en Euskadi, la titular vasca de Salud reconoció que «probablemente febrero fue un mes en el que hubo algún caso que no supimos detectar, probablemente por algún viaje, y ya fue en marzo cuando la transmisión se hizo generalizada». En cuanto a las afirmaciones de que el virus podría haber llegado a Cataluña en marzo de 2019, Murga cree que son «prematuras» y que es necesario un mayor análisis.