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Gipuzkoa se despide del temporal sin daños y a la espera de otro frente
Andoain y Mendaro fueron las localidades más afectadas por los desbordamientos causados por las fuertes lluvias
. Lo peor parece haber pasado, al menos de momento. Después de un fin de semana con los ojos divididos entre miradas al cielo y a los ríos, el temporal que ha azotado Gipuzkoa se ha despedido con muchos menos daños de los temidos. El peor momento, había advertido la víspera el consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, llegó hacia las seis de la madrugada de ayer, cuando se esperaban fuertes precipitaciones en gran parte del País Vasco. Pese a que registró menos aguaceros, la peor parte se la llevó Bizkaia, mientras que en el territorio guipuzcoano la lluvia y el deshielo del granizo que cayó el viernes provocaron diversos desbordamientos en localidades como Mendaro, Andoain, Elgoibar, Hernani y Astigarraga, pero fueron de escasa entidad y no causaron afecciones en la circulación.
Después de que las precipitaciones fueran remitiendo, la situación volvió a la normalidad en las cuencas del Oria y el Deba, los dos ríos que presentaban un mayor peligro de inundaciones. A las tres de la tarde de ayer, Euskalmet dio por finalizada la alerta naranja por lluvias persistentes y quedó desactivado el Plan de Emergencias ante el Riesgo de Inundaciones.
Atrás quedó un fin de semana en el que Protección Civil registró en el País Vasco, hasta ayer al mediodía, más de 2.700 intervenciones por incidencias relacionadas con inundaciones, desprendimientos, cortes de carreteras o anegamientos de locales y garajes. En concreto, Erkoreka informó de que el sábado tuvieron lugar 1.187 intervenciones; el domingo 1.049 actuaciones y ayer 576.
Andoain no se libró de los problemas y una calle peatonal de la localidad se vio afectada por el agua, mientras que hubo que cerrar el puente de Santa Cruz por precaución ante el incremento del caudal del río. La situación más complicada se vivió hacia las 5.30 de la madrugada, informa Mariví Olano.
Problemas en Mendaro
Mendaro fue otra de las localidades afectadas por las intensas precipitaciones. Hacia la una de la madrugada, el Kilimón, afluente del río Deba, comenzó a desbordarse inundando zonas del barrio de Garagartza. Una hora más tarde, dos camiones de bomberos empezaron a achicar el agua de las calles y de varias viviendas pero, pese a los esfuerzos, a las 04.00 horas se constató que entraba más agua que la que conseguían sacar, informa Amagoia Zabala.
La riada alcanzó su punto álgido hacia las 05.30 de la madrugada, momento en el que el agua anegó parte del barrio, inundando bajos, portales y garajes. Los vecinos de Garagartza no pegaron ojo y el movimiento de la gente fue continuo para poner a salvo coches, motos y demás enseres de los garajes o trasladar los vehículos aparcados a zonas más seguras. En esta ocasión el agua entró en cerca de una docena de garajes, en una vivienda y varios portales. A lo largo de la noche los bomberos realizaron diversas salidas en otras localidades, pero ninguna de especial relevancia. En Bergara, el desbordamiento del río afectó a un vehículo en Osintxu; en Ordizia, el agua alcanzó un garaje y generó diversos problemas, mientras que en Arrasate el desbordamiento del río afectó a un local.
Lo que hemos vivido en Gipuzkoa estos últimos días ha sido la irrupción de «sucesivas tandas de tormentas y chubascos» que han llegado hasta nosotros una tras otra, sin darnos apenas descanso. El resultado, explica Margarita Martín, delegada de Aemet en Euskadi, es que «la precipitación ha subido una barbaridad». Nos han alcanzado tres frentes fríos sucesivos procedentes del mar del Norte y, tras un leve respiro, se espera otro en los próximos días.
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Según las previsiones de Aemet, hoy se agudizará la sensación de frío y lloverá esporádicamente en la costa. Será mañana cuando vuelva a llover con fuerza por la llegada de otro frente. Esa será la tónica de media semana pasada por agua que deja muchas interrogantes de cara al puente de la Constitución. «El jueves lloverá mucho con granizo menudo en la costa y la cota de nieve será alta, por encima de los 800 metros. El viernes seguirá la lluvia y la cota de nieve subirá más, el sábado dejará de llover a mediodía y el domingo empezará a caer agua», afirma Martín.
Nieve
En el conjunto de España, Aemet prevé que a partir de mañana empeore el tiempo. Aunque el día amanecerá con cielos en general poco nubosos y con heladas de nuevo en el interior, la nubosidad irá aumentando a lo largo de la jornada, ya que llegará un nuevo sistema frontal por el noroeste acompañado de aire frío procedente de latitudes altas. Esa jornada se producirán precipitaciones persistentes en las comunidades cantábricas y en el norte de Navarra, que se extenderán de forma más débil a buena parte del norte y centro peninsular. Tampoco se descartan algunas lluvias en la meseta sur y en Baleares, sobre todo en Menorca.
El jueves seguirán las precipitaciones abundantes en el tercio norte, que además llegarán acompañadas de tormenta. Serán en forma de nieve a partir de cualquier cota en Pirineos y a partir de 500 a 1.000 metros en el resto de la mitad norte y centro de la Península.
