Gipuzkoa parte en una posición sanitaria «óptima» para avanzar en la desescalada

Unas normas aparentemente rígidas que el Gobierno plasmará en breve en una nueva instrucción en el BOE, según anunció ayer el ministro Salvador Illa, y que, sin embargo, darán al Ejecutivo central una amplia discrecionalidad para, a la vista de esos exámenes, decidir qué provincias desescalan a partir del 11 de mayo, cuando se inicie la fase 1 del denominado 'Plan para la transición hacia una nueva normalidad'. En el ministerio explican que se va a tener «manga ancha» a la hora de interpretar los datos y que la evaluación no será estricta conforme a unos parámetros detallados e inflexibles, sino que a partir de unas bases mínimas se decidirá si un territorio es apto para avanzar en el proceso conforme a su situación global. El único indicador que habrá que cumplir sí o sí y que supondría una línea roja será que el índice infectivo sea inferior a 1 (que un contagiado no contagie a más de una persona de media). «Ahora mismo prácticamente todos los territorios españoles tienen un número de reproducción por debajo de 1», detalló ayer el director del Centro de Coordinación de Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, que añadió que si el número reproductivo en alguna provincia o isla volviera a estar por encima de 1 podría provocar que se reactivaran las medidas de confinamiento.

En esa parrilla de salida hacia la 'nueva normalidad' Gipuzkoa parte en una situación «óptima» en al menos dos de las cuatro condiciones: las que se refieren a la evolución de la epidemia y la capacidad asistencial. Falta comprobar cómo llegará al primer examen en las otras dos, pero esas hay que trabajarlas a partir de ahora.

Lo que sí se sabe es que en los apartados cuantificables, el territorio cumple. Empezando por el más relevante, el índice infectivo, debería estar por debajo de 1. El Gobierno Vasco no ofrece el dato por provincias, pero si se tiene en cuenta que en Euskadi era el martes del 0,85, y que Gipuzkoa es el territorio donde menos contagios hay, no es descabellado deducir que su tasa será sustancialmente inferior. Un segundo guarismo que se tiene en cuenta es el porcentaje de infectados por cada 100.000 habitantes. Con 2.667 positivos detectados sobre una población de 713.007 habitantes (2019), ese índice es del 0,37%, casi la mitad de la media vasca (0,69%) y muy inferior al del Álava (1,17%) y Bizkaia (0,75%).

Respecto a la capacidad asistencial, la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Nekane Murga, defendió ayer que no solo Gipuzkoa, sino el conjunto de Euskadi, cumpliría con los eventuales requerimientos. Concretó que el total de hospitalizados por coronavirus se ha reducido a un tercio de los máximos de finales de marzo y primeros de abril, la ocupación de camas UCI está por debajo de la mitad, Osakidetza tiene capacidad para incrementar el número de plazas si se produjera un repunte, y han bajado los nuevos ingresos y los casos en urgencias.

En cifras concretas, de los más de 2.000 ingresados que ha llegado a haber por Covid-19, el martes había 686; de las 236 camas UCI que había ocupadas el 4 de abril y que marcaron el pico, anteayer había 104; Osakidetza tiene capacidad para alcanzar hasta 550 plazas UCI, más del doble de las utilizadas hoy por esta patología; y la tasa de contagio lleva al menos tres semanas por debajo de 1, cuando en marzo llegó a ser de 5.

Murga calificó la situación en Euskadi de «óptima» para afrontar las diferentes etapas de la desescalada desde el punto de vista sanitario y asistencial. Cook detalle, además de en los hospitales, también baja la ocupación de los hoteles que se han adaptado para acoger a pacientes leves. En el María Cristina de San Sebastián anteayer quedaban ya solo nueve pacientes.

En cualquier caso, recordó que la situación es «cambiante», que es necesario «revisar cada día» la capacidad asistencial de la sanidad vasca y la evolución de la epidemia, y que para mantener estos niveles «no se puede bajar la guardia». En este sentido, subrayó que «la clave» en los próximos días será prevenir la transmisión de la infección e identificar rápidamente los nuevos casos y sus contactos.

Aunque los análisis de la situación se van a realizar siguiendo criterios provinciales, el Gobierno baraja permitir a las comunidades autónomas que propongan desescaladas en territorios menores que la provincia siempre y cuando puedan garantizar que pueden blindar esos territorios frente a sus comarcas vecinas.