Gipuzkoa amplía su red de atención a personas con discapacidad y reconvierte un convento en residencia
Las obras de adecuación del edificio de Hijas de la Cruz en Irun ya han comenzado. El recurso, que contará con 48 plazas y un centro de día, abrirá en primavera
El antiguo convento Hijas de la Cruz de Eguiluze Irun se convertirá en una residencia para personas con discapacidad intelectual y trastorno mental severo ... a partir del próximo año. La Diputación de Gipuzkoa, junto a GSR Gestión de Servicios Residenciales, trabaja en la adecuación de un ala del edificio que durante años ha ocupado esta congregación en la ciudad fronteriza, que a partir de ahora contará con cuatro unidades residenciales y un centro de día para personas con daño cerebral, según fuentes del departamento de Políticas Sociales. Gipuzkoa amplía así su red asistencial. Las obras de adecuación del convento, así como los trabajos de derribo de una parte de este, ya han comenzado y se espera que el recurso entre en funcionamiento en la primavera de 2023.
El nuevo centro, en el que se trabajará con la metodología de Atención Centrada en la Persona (ACP), tendrá dos unidades residenciales de trastorno mental severo, con doce y trece plazas respectivamente, y otras dos unidades de discapacidad intelectual de apoyo extenso generalizado. Estas tendrán doce y once plazas. También contará con un centro de día para personas con daño cerebral, en el que se podrá atender hasta a 15 usuarios. «Todas las unidades responderán a los criterios del nuevo modelo de cuidados que impulsa la Agenda 2020>2030», exponen estas mismas fuentes.
Las labores de construcción se realizarán en dos fases y la apertura del nuevo complejo será «progresiva»
A pesar de que la adaptación del edificio de Hijas de la Cruz ya ha comenzado, está previsto que la obra se realice en dos fases. La primera finalizará en febrero y la segunda, tres meses más tarde, en mayo. Sea como fuere, la apertura del centro será «progresiva». Es decir, comenzará a funcionar unidad por unidad hasta completar su puesta en marcha total.
Aunque el convento pasará a tener una zona residencial para personas con discapacidad y trastorno mental, así como el centro de día para daño cerebral, las monjas que residen en él seguirán viviendo ahí. Únicamente se adaptará un ala del convento, pero no el edificio en su totalidad. Es más, en estos momentos Hijas de la Cruz de Eguiluze cuenta con una residencia donde viven las monjas más mayores, que no tendrán que trasladarse a ningún lugar.
Las monjas que actualmente viven en el convento seguirán residiendo ahí a pesar de la reconversión del edificio
La primera piedra de lo que sería la casa provincial, el noviciado y la casa de retiro se puso en Irun en el año 1958, pero no fue hasta el 3 de octubre de 1962 cuando se inauguró la parte destinada al Noviciado y se realizó su traslado a la congregación desde Hondarribia, donde estaban anteriormente. Ahora que las novicias escasean cada vez más, Irun es la casa de las religiosas más mayores que necesitan reposo y cuidados. La zona del Noviciado fue convertida ya en 1975 en casa de acogida y de oración y ahora, un ala del convento será residencia.
68,9 millones
De los presupuestos del departamento de Políticas Sociales de 2023 –unas cuentas récord de 495,2 millones de euros–, el 13,92% está destinado a la atención a personas con discapacidad. En concreto, al programa de atención a personas con discapacidad le corresponden 68,9 millones del montante. Entre otras cosas, con esa partida se ampliará el número de plazas residenciales y de días de servicio en los centros para personas con discapacidad y se reforzará la atención temprana a niños del territorio que lo precisen.
El nuevo centro que se pondrá en marcha en el convento Hijas de la Cruz no es el único que verá la luz a lo largo del próximo año en Gipuzkoa. Según recoge la memoria de los presupuestos del área que dirige Maite Peña, se creará otro «centro de atención de apoyos y cuidados integrados a personas con situaciones complejas» como exclusión, dependencia, discapacidad, enfermedad mental o consumos, además de otro recurso especializado para adolescentes con grandes dificultades asociadas a un trastorno mental grave. Precisamente este año se ha puesto en marcha otro recurso similar en Donostia para ayudar a jóvenes con problemas de salud mental grave y discapacidad intelectual en la transición a la comunidad después de un ingreso.
A lo largo del año que viene también verá la luz un centro de acogida para víctimas de violencia machista ante el repunte de casos el último año. Va a contar con 25 plazas en las que se va a trabajar alrededor del nuevo modelo de atención: una atención individualizada, que no revictimice a la mujer y que trabaje el empoderamiento.
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