Del frustrado 'coronaboom' al 'baby bust' que amenaza con prolongarse durante más años
Lo previsible es que el declive de nacimientos siga mientras persista la crisis económica, con el riesgo de que se pierda toda una generación
En lugar de provocar un nuevo 'baby boom' que hasta había dado pie a un nuevo concepto que ha acabado frustrándose ('coronaboom'), la pandemia ... de Covid ha acabado siendo un potenciador del 'baby bust', un término que no es nuevo pero que empieza a popularizarse como consecuencia del parón demográfico que parece va a dejar como secuela (otra más) la crisis del coronavirus. El concepto también deriva del inglés (fiasco, quiebra...) y hace referencia a periodos prolongados de retraimiento de la natalidad como el actual, al menos en los países desarrollados.
Más allá del parón puntual producido en las gestaciones en 2020, el riesgo es que esta situación se prolongue aún durante años, con la amenaza de que pueda llegar a perderse toda una generación de padres. Es el caso de los jóvenes a los que pilló la crisis de 2008, que ya se vieron forzados entonces a retrasar su autonomía económica, emancipación y paternidad. Doce años después, es posible que muchos de ellos se vean ahora en una situación similar, con una incertidumbre capaz de congelar cualquier planteamiento vital, especialmente el de tener hijos. Y el reloj biológico no se detiene.
Una encuesta del Istituto Giuseppe Toniolo e Ipsos realizada en abril del año pasado a personas que tenían planeado tener hijos en 2020, revelaba que en España el 50% había decidido posponer la paternidad y el 29% había abandonado la idea con la llegada de la pandemia. El escenario era similar en el resto de países analizados (Italia, Francia, Alemania y Reino Unido). Los franceses eran los que más persistían en la idea de concebir ese año, y eran solo el 32% de los encuestados.
La experiencia demuestra que la natalidad está relacionada con la situación económica. Los nacimientos bajan en épocas de crisis y aumentan en periodos de expansión. Por ello, en tanto la economía no se recupere y, con ella, la creación de empleo y la estabilidad laboral, lo previsible es que el 'baby bust' nos acompañe durante unos años.
La inmigración como clave
En el caso de Gipuzkoa y Euskadi, un elemento fundamental para tratar de sostener la natalidad será la inmigración. El porcentaje de mujeres de origen extranjero sobre el total de nacimientos sigue creciendo y en el tercer trimestre del año pasado alcanzó el 27,6% en el País Vasco y el 26,8% en Gipuzkoa. Cifras que están muy por encima del peso que tiene la población inmigrante, que supone el 8,4% del total de Euskadi. En promedio, estas mujeres tienen más hijos y los tienen antes. La edad media de las madres extranjeras fue entre julio y septiembre de 31,2 años, frente a los 34,3 de las de nacionalidad española.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión