«Hacen falta más familias de acogida para niños en desprotección»
La campaña 'Invisibles' de la Diputación foral capta a 102 potenciales familias de acogida para menores en desprotección
pablo sáenz san juan
Jueves, 11 de febrero 2021, 17:09
Actualmente en Gipuzkoa hay 412 niños y jóvenes que viven en familias de acogida. En el territorio hay cerca de 350 familias voluntarias que ... acogen en sus casas a menores que viven en una situación «grave» de «desprotección». No obstante, «hacen falta más familias». Por ello, la Diputación foral junto con la Asociación Beroa, a través de su campaña 'Invisibles', instan a la «solidaridad» de las familias guipuzcoanas para que colaboren con este servicio de acogida y, así, ofrecer «un entorno de bienestar» a aquellos niños que aún lo necesitan.
La Diputación foral lanzó en noviembre la iniciativa 'Invisibles', con el objetivo de visibilizar a los menores que viven en situación de desprotección y atraer a más familias de acogida. «Los niños y niñas que viven en desprotección son el colectivo más vulnerable de nuestro territorio», ha asegurado en la mañana de este jueves Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa, en su visita al nuevo espacio de convivencia Etxegorria, en San Sebastián, junto con Maite Peña, diputada foral de Políticas Sociales. El espacio Etxegorria -gestionado por la Asociación Beroa-, es un lugar donde las familias de acogida se encuentran con los menores.
La campaña 'Invisibles' buscaba encontrar a 60 voluntarios de acogida para estos niños que no pueden crecer, por diversas razones, en su núcleo familiar biológico. En tres meses 102 familias se han puesto en contacto con la Diputación solicitando información y el 50% ha iniciado ya el proceso para convertirse en familia de acogida, según informa Olano. «Aunque la campaña está funcionando muy bien y los resultados obtenidos son muy buenos, sigue habiendo niños que necesitan familias de acogida». Con este mensaje, el diputado general insta a la solidaridad de las familias guipuzcoanas para que se impliquen en este servicio y proporcionen un hogar a los menores vulnerables. Además, señala que las familias voluntarias contarán con todo tipo de apoyos para facilitar la adaptación de los niños al nuevo núcleo familiar, desde ayudas económicas hasta la asistencia de la mano de un equipo de profesionales.
Pedro Pérez, presidente de la asociación Beroa y padre voluntario acogedor, explica que desde la asociación realizan asesoramiento a las familias que lo necesiten, así como actividades de ocio y convivencia para que estos niños se relacionen a través de talleres, campamentos de fin de semana o colonias en verano. No obstante, también trabajan con Diputación «para conseguir que la relación que debería de haber entre familia biológica y acogedora sea buena» ya que «el niño está en medio», señala Pérez.
Familias especializadas
Del total de 412 niños que viven en familias de acogida en Gipuzkoa, 75 son jóvenes que han cumplido la mayoría de edad y siguen viviendo en el núcleo de acogida; 122 viven en la modalidad de familia extensa -parientes cercanos-; 201 en familias voluntarias; y 13 en familias especializadas. «Hacen falta familias especializadas», señala Olano. Es decir, núcleos familiares cuyos progenitores cuenten con una formación adecuada en ramas del ámbito social como la psicología, la docencia o la educación social, entre otras. Estas familias acogen a menores con distintas dificultades que requieren de una atención especial. Hay tres cuestiones que determinan qué menores tienen que ser acogidos por familias especializadas: «Menores con algún tipo de discapacidad, colectivos de hermanos -para no separarlos-, o menores con problemas conductuales», detalla Maite Peña.
Sonia Archeli, su marido y sus dos hijas conforman una de estas 14 familias especializadas. Hace seis años acogieron a un niño de 12 meses de edad. Ahora el menor tiene siete años. Archeli es trabajadora social. «Creíamos que era una buena forma de ayudar a los niños y niñas de Gipuzkoa dentro del sistema de protección», explica. Llevan casi 11 años acogiendo a niños con necesidades especiales. «Por nuestra casa han pasado ocho niños y niñas en acogimiento de urgencia», así como «bebés que tenían que salir de su domicilio o del hospital que no podían ir con sus familias biológicas». Estos menores iban a casa Archeli «por un periodo corto de tiempo hasta que se encontraba una familia voluntaria con quien permanecer más tiempo», explica la voluntaria. La trabajadora social pide que las familias «se miren hacia dentro» y piensen «en todo lo que pueden aportar a un niño que se encuentra fuera de un entorno familiar adecuado».
Cualquier persona interesada en convertirse en familia de acogida puede pedir información por correo electrónico (familiaharrera@gipuzkoa.eus) o llamar al 943112552.
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