«La falta de sol es fatal para la cosecha de las piparras»

«Tantos días nublados, jornadas enteras de 'lainoa zikina', de niebla sucia y bruma permanente, han sido nefastas. El calor no afecta a la piparra, incluso es bueno, pero la falta de sol nos mata y la verdad es que ha sido un verano muy nublado», apunta este productor, que incluso se atreve a dar un porcentaje de la cosecha que finalmente se obtendrá: «no pasaremos del 20%», apunta. «En el 2022 fue del 100% pero ya el año pasado bajó al 30%. No me atrevo ni a decir la cantidad de guindilla que vamos a producir. Hemos intentando salvar el producto utilizando abonos especiales, pero nada de nada, la producción va a ser muy escasa».

La pregunta del millón. ¿Pican más las de este año? ¿La climatología adversa influye? Dicen los expertos que resulta complejo adivinar si picarán o no. Además de las propiedades genéticas, lo que le concede un nivel de capsaicina, que es lo que hace que pique, también influyen características propias del crecimiento de la planta, en función de cuánta agua o cuánto sol haya recibido. Sarasola lo tiene claro: «Si riegas bien la planta, nunca picará. Si la dejas cuatro o cinco días al sol, por contra, sin darle agua, acabará picando seguro».

Hay otro factor negativo que se cierne sobre la plantación: la llegada prematura del frío. «El frío es criminal para la guindilla y ya para este fin semana anuncian bajada de temperaturas. Necesitaríamos un otoño suave para seguir recolectando incluso hasta bien entrado noviembre, pero me temo que este año no pasaremos de mediados de octubre. No se puede hacer nada. El campo es lo que tiene».