Eguzki denuncia que la presencia «ilegal» de cabras y ovejas genera daños en el parque natual de Aiako Harria
La entidad ecologista exige a Donostia e Irun que intervengan ante «los daños por parte de sectores privados»
DV
Jueves, 19 de diciembre 2024, 15:07
La entidad ecolosta Eguzki denuncia que la presencia «ilegal» de cabras y la «incontrolada» de ovejas esta provocando daños importantes en el parque natural de Aiako Harria. En una nota Eguzki explica que «la generación de daños por parte de sectores privados en los bosques públicos del parque natural de Aiako Harria» y exige «una acción pública contundente y rápida, tanto de los Ayuntamientos de Irun y Donostia como de la Diputación Foral de Gipuzkoa, para evitar que los daños a los bosques naturales del parque vayan a más».
Concretamente, hablan de la presencia de cabras en la zona de reserva de Endara (Irun), y la proliferación de especies exóticas de flora invasora y de ganado ovino en el Bosque de Oberan (Urdaburu, Donostia).
Cabe recordar, explican, que el Ayuntamiento de Donostia, en línea con la protección de sus bosques, ·ejecutó actuaciones forestales en 2021 y 2022 para la sustitución de especies exóticas por autóctonas en 19 hectáreas de Oberan. En total se plantaron 18.000 árboles y arbustos. Los bosques son fundamentales para mitigar el cambio climático y estas actuaciones se realizaron en el marco del proyecto comunitario LIFE integrado Urban Klima 2050, el mayor proyecto de acción climática de la CAPV, cofinanciado también con los presupuestos de la Comisión Europea y del Gobierno Vasco«.
Estos daños denunciados, añaden, «hipotecan los objetivos públicos de conservación de la biodiversidad, y han provocado la pérdida de miles de euros públicos del Ayuntamiento de Donostia, Lakua y Bruselas, mientras que los particulares se ven beneficiados de subvenciones públicas para la gestión privada de sus terrenos y de su ganado. La organización ecologista y antinuclear Eguzki vuelve a exigir al Ayuntamiento que acelere la reclamación patrimonial de los daños a los particulares causantes de los prejuicios y la comunicación a la Comisión Europea, además de obligarles a revertir los ecosistemas a la situación previa a los daños».
