La Diputación colocará una pasarela para los peatones en Gaintxurizketa en el mayor punto negro de las carreteras en Gipuzkoa

Además, Urkola ha avanzado que se habilitará un espacio seguro para facilitar el acceso peatonal tanto a la empresa Salva como a la zona de Ferrene. Para ello, «se contempla la supresión de uno de los dos carriles de subida a lo largo de un tramo de 150 metros y destinarlo al uso peatonal que facilitará el acceso de los vecinos de Ferrene a dicha pasarela».

La carretera que cruza por esa zona, que es de doble sentido, es una vía de alta peligrosidad porque separa dos barrios, los de Gaintxurizketa y Errekalde, en los que viven más de 200 personas. Muchos de ellos, al no haber un semáforo, un paso de cebra o cualquier otro paso alternativo, tienen que cruzar la carretera para pasar de un lado a otro en un punto en el que solo en los últimos dos años han muerto siete personas víctimas de atropellos y de accidentes de circulación.

El anuncio de esta medida llega dos días después de que más de un centenar de personas se concentraran junto a la GI-636 a su paso por Lezo para demandar «soluciones inmediatas» para hacer desaparecer la peligrosidad de ese punto. En su respuesta, Urkola se ha referido a la «responsabilidad compartida» que existe entre la Diputación, Eusko Trenbide Sarea y el Ayuntamiento de Lezo para alcanzar la solución definitiva a este grave problema peatonal. Ese proyecto definitivo, cuyo anteproyecto ya ha sido redactado, también contempla «la idea de construir una pasarela elevada» por la que puedan pasar los peatones de forma segura. Asimismo, ha avanzado que se están haciendo estudios para valorar la posibilidad de eliminar uno de los carriles en dirección a Irun y que «estamos trabajando en el tema de la luminosidad de la zona y los límites de velocidad».

En este contexto, las Juntas Generales de Gipuzkoa han solicitado a la Diputación que avance en la definición y ejecución de «la solución definitiva que dé respuesta» a los problemas en la carretera GI-636, y resuelva la imposibilidad para un tránsito peatonal seguro existente en la zona. El Pleno de la Cámara foral ha aprobado por unanimidad esta enmienda transaccionada por PNV, PSE, PP y Elkarrekin Podemos, a la propuesta de resolución original presentada por el Grupo Popular, para la búsqueda de una solución a la alta siniestralidad en la GI-636, a su paso entre Errenteria y Lezo, en Gaintxurizketa.

En el texto, las Juntas Generales instan a la Diputación de Gipuzkoa a que, en el marco del protocolo general de colaboración acordado entre la institución foral, el ente público Euskal Trenbide Sarea y el Ayuntamiento de Lezo, avance en la definición y ejecución de «la solución definitiva que dé respuesta a la que tanta desgracia ha provocado inseguridad vial existente en la carretera GI-636 en la zona de Gaintxurizketa».

El dato provoca escalofríos. Seis fallecidos en los últimos ocho meses. Es el trágico balance que deja la carretera GI-636 en un tramo de apenas 5 kilómetros entre Lezo y Errenteria. A pesar de que esta vía no está catalogada como un tramo peligroso, los accidentes con víctimas mortales desgraciadamente se están sucediendo con relativa frecuencia. La última fue a primeros de agosto, cuando una mujer de 60 años fue atropellada por una furgoneta que se dio a la fuga en la zona de Gaintxurizketa y cuyo conductor fue localizado horas después, según informó el departamento vasco de Seguridad. Lo cierto es que se trata de una carretera (que discurre desde la variante de Donostia hasta Irun) con un alto volumen de tráfico a diario que está causando una alta siniestralidad y que, aunque no está catalogado como tal, se ha convertido en el gran punto negro de la red viaria guipuzcoana: seis personas han perdido la vida en algún punto de esta carretera en poco más de medio un año.