«Después de la pandemia hemos notado que viene mucha más gente»

Leire Gascón lleva seis años trabajando en la tienda de surf Pukas de la avenida Navarra, siempre en la temporada de primavera-verano. Gascón cuenta que cada vez hay más afluencia de turistas en el pueblo, donde generalmente predomina la presencia de personas extranjeras. «El número de visitantes comenzó a aumentar hace tres años, después de la pandemia. En la tienda lo notamos mucho», afirma. Además, especifica que el turismo extranjero es «el que más» ha aumentado en los últimos meses, generalmente «holandeses, alemanes y franceses que vienen a la tienda a comprar material de surf», puntualiza la comerciante.

El fenómeno surfista atrae muchísimo turismo nacional y extranjero. La playa de Zarautz, con sus dos kilómetros de longitud abiertos al mar, es un escenario ideal para aquellos que buscan unas vacaciones ligadas a la tabla y las olas. Gascón admite que «el surf es una de las principales atracciones turísticas del pueblo y nosotros, como tienda especializada, lo estamos viviendo de primera mano».

Muchos visitantes acuden al local para hacerse con las mejores prendas deportivas pero Gascón observa que suelen recurrir a los trabajadores en busca de información. «También vienen a preguntar por alojamientos de la zona. Quizá por la barrera del idioma, prefieren aprovechar la visita a la tienda para que les recomendemos sitios para sus estancias aquí». Además un sitio donde dormir, también consultan acerca de lugares de interés turístico en las inmediaciones.

Maite Alkorta, trabajadora de la Heladería Italiana, también está siendo testigo del aumento de afluencia de turistas en la localidad de Urola Kosta. También en su caso, la mayoría de clientes turistas que reciben en su negocio procede del extranjero. «Hace unos años el turismo predominante era el local, tanto del resto de Gipuzkoa como de Navarra. En los últimos tiempos la cosa está cambiando», reflexiona Alkorta. Visitantes holandeses, franceses y alemanes frecuentan asiduamente la heladería, «sobre todo los fines de semana», señala Alkorta, quien subraya que «atendemos a turistas de todas las edades, pero ahora que viene el verano, los jóvenes suelen ser nuestros clientes habituales, atraídos por el surf».

Patricia Goya, trabajadora del bar La Perla situado en pleno malecón zarauztarra, relaciona la afluencia de turistas directamente con la meteorología. «Aquí funcionamos con el tiempo. Esta es una zona muy afectada cuando hace malo porque el frío y el viento entran hasta dentro del malecón». Por esta razón, Goya asegura no haber visto un gran incremento de visitantes en el paseo contiguo a la playa zarauztarra. El lluvioso mes de mayo ahuyentó a los turistas de la costa y, por tanto, también de los bares de este paseo pegado al Cantábrico. La heladera asocia la subida del número de turistas a la cantidad de eventos organizados en el municipio.

Pedro Sánchez Tolín, camarero del restaurante Izarra, también en el malecón, refleja la realidad de los locales de la zona de la playa. «Puede que el turismo se haya incrementado, pero habrá sido principalmente en pernoctaciones. El consumo en los bares ha bajado mucho», expresa Sánchez. Asegura que este aumento de turistas se debe a los «alojamientos turísticos», pero, por el contrario, son cada vez menos los que consumen en los bares. «Las calles de los pueblos y las ciudades se vacían a partir de las nueve de la noche, no solo en Zarautz», asegura Sánchez, quien recalca que los turistas vienen «a alojarse en hoteles y apartamentos pero acuden menos a los bares para comer o tomar algo».