La cuantiosa multa que prevé la norma en Gipuzkoa por llevar el perro suelto cerca de algún rebaño

Los pastores guipuzcoanos vienen denunciando desde hace tiempo este tipo de ataques de perro urbanos a rebaños de ovejas de su propiedad. El sindicato Enba lleva tiempo también pidiendo medidas y sobre todo, solicitando a los propietarios que lleven esos perros atados si pasan por zonas próximas a un rebaño de ovejas. «Es un asunto grave, pero necesitamos responsabilidad por parte de los propietarios», explicaba la portavoz foral este martes.

«Nuestros guardias forestales hacen su trabajo, pero no pueden estar siempre en todos los sitios», se defendía Mendoza ante la reclamación de más atención por parte de los pastores. De ahí que apelen a la «sensibilización», aunque también existe una normativa a aplicar que en casos concretos puede ser muy dura con los propietarios que no lleven a sus mascotas atadas en dichos entornos.

La Norma Foral 7/2006 de 20 de octubre, de Montes de Gipuzkoa, recoge en su artículo 62 que «queda prohibido el uso de elementos sonoros, las actividades generadoras de ruido y la circulación de perros sueltos en las zonas habituales de pastoreo, en evitación de molestias a las personas usuarias y alteración de los hábitos del ganado o de la fauna silvestre». Las multas que lleva aparejadas la infracción de esta norma oscilan entre los 100 y los 1.000 euros, dependiendo del grado de gravedad.

Eso sí, todo hace indicar que pueden contarse con los dedos de una mano las sanciones interpuestas bajo el paraguas de esta normativa. En 2018, el entonces portavoz foral, Imanol Lasa, explicaba que la última multa de la Diputación por al dueño de un perro por llevarlo suelto en el monte databa del año 2006.