La construcción del centro de residuos de Gipuzkoa entra en su recta final
José Ignacio Asensio ha suscrito junto al responsable de la empresa FCC Carmelo Aguas el contrato de las obras de esta segunda fase
agencias
Martes, 4 de septiembre 2018, 14:32
El nuevo Centro Medioambiental de Gipuzkoa (CMG), que tratará los residuos de Gipuzkoa y que incluye la creación de una incineradora, ha entrado ya en su recta final con la firma este martes del contrato para la construcción y gestión de la segunda fase de este proyecto.
Según informa el Consorcio de Residuos de Gipuzkoa en una nota, su presidente y diputado foral de Medio Ambiente, José Ignacio Asensio, ha suscrito este mediodía, junto al responsable de la empresa FCC Carmelo Aguas, el contrato de las obras de esta segunda fase, después de que el pasado 15 de agosto el Tribunal Administrativo Foral de Recursos Contractuales (TAFRC) desestimara el recurso de las empresas Cespa y Campezo por la adjudicación del CMG-2 y levantara la suspensión de la adjudicación.
Esta resolución dio vía libre a la firma del contrato con la UTE liderada por FCC y las empresas Garrai, Biegrim, Ecofert Sansoain, Urbycolan y Vytrusa que ha tenido lugar este martes por la mañana en Hernani, lo que permitirá iniciar las obras y, según señala la Diputación, cumplir los tiempos «previstos».
De acuerdo con la oferta presentada por esta UTE, el plazo para la puesta en marcha de la instalación será de once meses con lo que previsiblemente entrará en funcionamiento en el verano de 2019. La ejecución del CMG-2 se realizará paralelamente a la primera fase con lo que las obras finalizarán simultáneamente.
No obstante, la planta de Tratamiento Mecánico Biológico (TMB), perteneciente a la primera fase del Complejo, entrará en funcionamiento antes, entre marzo y abril de 2019.
El proyecto, que incluye una concesión de veinte años, implica que el contratista deberá hacerse cargo de la construcción y gestión del complejo, realizando una inversión de 32,2 millones de euros en una planta de biometanización y otra para el reciclaje de las escorias procedentes de la incineradora.
A cambio, recibirá un pago fijo anual de 3,6 millones de euros por poner a disposición de Gipuzkoa la infraestructura, que será para uso exclusivo del Consorcio de Residuos, además de una cantidad variable en función de las toneladas de residuos tratadas pero que rondará el millón de euros con lo que el total ascenderá a unos 4,6 millones anuales, una cifra que supone una baja superior al 20 % sobre el tipo de licitación.
«Una rebaja sobre los presupuestos iniciales»
José Ignacio Asensio ha valorado la firma de este contrato que, según ha dicho, supone «una rebaja muy importante sobre los presupuestos iniciales« y »repercutirá también de forma directa sobre los porcentajes de recogida selectiva y reciclaje gracias a la recuperación de materiales en la TMB y a la fabricación de áridos reciclados en la planta de tratamiento de escorias prevista«.
Asensio ha desvelado además que «las nuevas infraestructuras permitirán mantener la tarifa y mejorarán entre siete y ocho puntos la recogida selectiva en Gipuzkoa, que superará sobradamente el objetivo del 50 % fijado por Europa para el 2020, superando el 60 %, en línea con los países más avanzados de Europa en la materia».
«Con la puesta en marcha del CMG, toda la inversión que Gipuzkoa realiza para gestionar sus residuos retornará al territorio con la creación de 250 puestos de trabajo, la generación de energía suficiente para abastecer a 45.000 hogares y con los impuestos ingresados por estas actividades en la Hacienda foral», ha destacado.
La planta de biometanización prevista en el CMG-2 tendrá una capacidad inicial de tratamiento de hasta 50.000 toneladas anuales, recibirá materia orgánica recogida selectivamente y dispondrá de una tecnología que permitirá obtener biogás a partir de la fracción orgánica de los residuos y producir energía.
Por su parte, la planta de valorización de escorias tratará los restos sólidos procedentes de la incineradora, tendrá una capacidad de 52.000 toneladas/año y desarrollará distintos procesos para transformarlos en áridos reciclados que puedan ser empleados en obra pública.
La energía producida por este centro medioambiental permitirá abastecer de electricidad a más de 45.000 hogares, lo que transformará esta infraestructura «en la primera fuente de energía renovable de Gipuzkoa», según Asensio.
El CMG-2 se ubicará en el Polígono Eskuzaitzeta, en el ámbito de Zubieta, sobre una parcela de 31.988 metros cuadrados; sus dos plantas (biometanización y escorias) junto a las tratamiento mecánico biológico y valorización energética del CMG-1, situado a escasos 300 metros de distancia, constituirán el sistema básico de cierre para el tratamiento de los residuos de Gipuzkoa.
Estas infraestructuras se completarán con el centro de Cambio Climático que se ubicará en una parcela cercana, uno de cuyos objetivos será el impulsar la economía circular, empleando los residuos como recursos.