Uno de cada cinco mayores contagiados en residencias de Gipuzkoa ha muerto
Uno de cada cinco mayores contagiados en las residencias de Gipuzkoa en esta segunda ola de la pandemia ha fallecido. El Covid-19 sigue siendo letal entre este colectivo, que desde el comienzo de la crisis sanitaria ha sido considerado como el más vulnerable, aunque a diferencia del impacto de primavera, ahora el virus se ha colado en menos centros –en su día fueron 16 residencias las afectadas, ahora son 5–.
Desde que se detectara el primer caso de la segunda ola el pasado 11 de agosto, más del 22% de los usuarios de los centros de mayores que han dado positivo han muerto. Hasta el momento se han registrado un total de 113 casos (11 en las últimas horas), de los cuales 25 han perecido y 37 se han recuperado. En la actualidad hay 51 mayores infectados en los centros Santa María Magdalena de Hernani (14), Sagrado Corazón de Errenteria (5), Alai-Etxe de Donostia (9) y Mizpirualde de Bergara (23).
La primera muerte de la segunda ola se registró el 15 de agosto en la residencia Hermano Gárate-San Ignacio de Donostia, solo cuatro días después de que el coronavirus se colara en el centro. Se trataba de una mujer de 90 años con patologías previas.
En su día fueron 16 los centros afectados y ahora son 5, pero el nivel de mortalidad supera el 22%
Los contagios han bajado casi una quinta parte por las medidas de seguridad tomadas en estos últimos meses, entre otras cosas. Después de que las residencias se aislaran durante el confinamiento, nada ha vuelto a ser como antes. Las visitas se han reducido, las salidas también se han visto restringidas, se han sectorizado los centros... Y, sobre todo, se ha procedido a realizar pruebas PCR masivas entre los usuarios y trabajadores de recursos afectados con el fin de identificar todos los positivos y aislarlos antes de que los contagios se expandan.
Sin embargo, en el Día Internacional de las Personas de Edad, que se celebra hoy, la amenaza del Covid-19 sigue ahí. En la primera ola, de 563 mayores de residencias contagiados, 168 fallecieron, o lo que es lo mismo, la mitad de las muertes que causó en esos meses el coronavirus se dieron entre los usuarios de los geriátricos. Por ahora, los infectados en esta nueva fase son menos, pero la mortalidad se mantiene en niveles similares. Si al comienzo de la pandemia el virus terminó con la vida del 30% de los usuarios enfermos de los recursos de nuestro territorio, esto es, tres de cada diez, ahora la letalidad ha bajado, pero solo levemente, hasta superar el 22%.
