Clamor contra el «deterioro» de Osakidetza

Este fue el reclamo más repetido entre la multitud de trabajadores de centros de salud, hospitales y también ciudadanos que secundaron la marcha desde el Boulevard como punto de partida en la capital guipuzcoana. En Vitoria y Bilbao, la riada humana inundó igualmente las calles.

Media hora antes de que el reloj rozara el mediodía comenzaron a llegar los primeros manifestantes, que se fueron sumando después en columnas hasta abarrotar las principales vías de la ciudad. El llamamiento fue masivo y muestra de ello fue que nada más llegar la cabeza de la manifestación a su tramo final, aún quedaban cientos de personas discurriendo por la mitad del recorrido tras una hora de marcha.

La protesta, convocada por los sindicatos SATSE, ELA, LAB, SME, CCOO y UGT, con la adhesión de varias organizaciones del ámbito sanitario y pensionistas del territorio, recorrió las calles del centro de la capital guipuzcoana para denunciar el «colapso» de Osakidetza. Uno a uno, con pancartas bajo el lema 'No al desmantelamiento de la sanidad pública', gritos, palmas y altavoces, animados por los 'speakers' a lo largo del recorrido, se fueron sumando al grito de auxilio en defensa de una sanidad pública vasca «de calidad», y en contra de unas condiciones de trabajo «precarias» que están llevando a una «privatización» y a «la eliminación de servicios».

Nada más comenzar la manifestación, que se desarrolló sin incidentes, el mensaje fue contundente hacia la consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, pidiendo su dimisión. Además se pudieron escuchar pitos y vítores al grito de 'Lo público no se vende, se defiende', o 'Ez, ez, ez murrizketarik ez' (no a los recortes), consignas que han visibilizado lo que muchos trabajadores llevan «soportando» detrás de mostradores, en consultas de los ambulatorios del territorio o servicios de Urgencias: cargas de trabajo «inasumibles», «falta de tiempo» para atender a los pacientes, montañas de papeleo, teléfonos que no paran de sonar y listas de espera cada vez más abultadas.

También fueron muchos los usuarios, pacientes y familiares de trabajadores que quisieron sumarse a la marcha, que recorrió en Donostia las calles Hernani, Andia, Avenida de la Libertad, Okendo y de nuevo el Boulevard, donde se procedió a la lectura del manifiesto para poner sobre la mesa los «graves problemas de Osakidetza» mientras el Departamento de Salud del Gobierno Vasco «opta por seguir con su hoja de ruta, que es el desmantelamiento progresivo de la sanidad pública», sin plantear «ni una sola solución». Durante la intervención sindical, que fue respaldada con sonoros aplausos por los allí presentes, se acusó al Departamento de Salud por la falta de voluntad para contratar y estabilizar las plantillas. «El Gobierno Vasco está tratando de ocultar su responsabilidad en el deterioro de la sanidad pública, como consecuencia de una falta absoluta de planificación del relevo generacional y del maltrato sistemático al que la dirección de Osakidetza somete a su plantilla». Así criticaron la precariedad de la plantilla, «que afecta a todas las categorías en todos los niveles asistenciales», algo que a su juicio está generando «una huida de profesionales a otros sectores, a la sanidad privada o incluso al extranjero, además de no querer negociar».

Otro de los puntos críticos fue la «privatización» de servicios, que «se traduce en recorte de horarios de los centros de salud, cierre de los PAC, y de servicios como los de anatomía patológica de diversos Hospitales o cirugía cardiaca de Basurto entre otros».