Cerca de 800 personas están en lista de espera para ingresar en una residencia
El tiempo que pasa desde que un mayor solicita plaza en un centro concertado hasta que entra en él es de 117 días
Las residencias de Gipuzkoa cuentan con una lista de espera de hasta 783 personas. Según los últimos datos de la Diputación, que corresponden al 31 ... de diciembre, cerca de 800 mayores en situación de dependencia se encontraban a la espera de lograr una plaza en un centro residencial del territorio. Son 63,8% más que en esa misma fecha de 2021, cuando la lista de espera para acceder a un recurso de estas características en Gipuzkoa era de 478 personas.
Se mantiene así la tendencia al alza de la demanda, que se ha recuperado tras la pandemia. El miedo a los contagios en estos centros, acentuado por el rechazo de muchos familiares a las restricciones durante los peores momentos de la crisis sanitaria, han quedado atrás. La recuperación del coronavirus, ya estabilizado hace tiempo, ha hecho que los mayores vuelvan a solicitar una plaza en las residencias. Incluso se ha superado ya la demanda de 2019 –antes de que estallara la pandemia–. En diciembre de aquel año había 701 personas en lista de espera para ingresar en un centro de mayores de Gipuzkoa, 82 más que en esa misma fecha de 2023.
Estas personas, de media, aguardan 117 días para lograr una plaza. Esto es, desde que solicitan ingresar en una residencia hasta que consiguen entrar en ella pasan casi cuatro meses, según datos del departamento de Cuidados y Políticas Sociales. Este tiempo, según las mismas fuentes, ha ido a la baja en los últimos años. Si se compara con 2019, ahora se espera más de un mes menos para entrar en una residencia. En concreto, hace cuatro años eran 156 días, 39 más que ahora. Pero no hace falta remontarse tan atrás en el tiempo para percibir este descenso en la espera. En 2021 pasaban 146 días entre la solicitud y el ingreso, 29 más que en la actualidad.
Estos tiempos pertenecen a las plazas concertadas, el 88% del total de las que hay en el territorio. En muchos casos, los mayores que necesitan ayuda constante optan por ingresar en una residencia con plazas privadas hasta que se libra alguna concertada. Pueden pasar hasta cuatro meses entre una cosa y otra. Otra de las opciones que les ofrecen desde la Diputación es la contratación de un cuidador profesional en el hogar. Es más, en los últimos tiempos el área que dirige Maite Peña está impulsando los cuidados a domicilio profesionalizados. Hay estudios que aseguran que los mayores que reciben cuidados en el hogar retrasan hasta cinco años el ingreso en una residencia.
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