La falta de servicio de trenes a primera hora «abarrota» el nuevo autobús Goierri-Donostia y deja a medio centenar de usuarios tirados

«Caos» e «incertidumbre» a primera hora en el transporte en Gipuzkoa, principalmente por la falta de servicio de Cercanías. Los primeros trenes no han podido salir esta mañana ni de Brinkola ni de Irun, lo que ha hecho que muchos usuarios de Goierri y Alto Urola hayan optado por la recién estrenada línea de autobús que conecta con Donostia. Sin embargo, el autobús no ha podido atender la alta demanda y se ha llenado desde su salida en Zumarraga, lo que ha hecho que a primera hora los vecinos de estas comarcas se hayan encontrado sin transporte público. La situación en la capital guipuzcoana también ha sido caótica, con cientos de pasajeros en tierra en la estación del Norte.

El nuevo autobús que conecta Alto Urola y Goierri con Donostia ha sufrido importantes incidencias esta mañana por una 'inoportuna' coincidencia tras su estreno ayer: el apagón masivo dejó trenes sin servicio, que seguían sin funcionar a primera hora de esta mañana -el Cercanías ha recuperado la normalidad a las 8.30 horas-, por lo que muchos usuarios de estas comarcas han optado por coger esta otra línea de transporte para desplazarse.

La concurrencia de esta circunstancia, además de las expectativas que había generado el nuevo autobús después de tantos años demandándolo, ha provocado que los vehículos se hayan llenado desde la primera parada, desatando la indignación entre los usuarios. También varios chóferes han reconocido los momentos «estresantes» que se han generado. Cerca de medio centenar de personas —en su mayoría estudiantes y trabajadores con destino a la capital guipuzcoana— se han quedado sin poder subir al autobús en la parada de Beasain, al completarse ambos vehículos en su punto de origen, Zumarraga. El primero de los autobuses, que salía a las 7:15, ha pasado por Beasain a las 7:30 completamente lleno, sin detenerse. El segundo, previsto para las 8:30, ni siquiera ha aparecido.

«Llevo esperando aquí desde las siete y cuarto porque entro a trabajar a las nueve en Donostia, y es imposible desplazarse», comenta una usuaria visiblemente molesta. Al igual que ella, decenas de personas habían acudido con tiempo suficiente a la parada para tomar el servicio anunciado, confiando en una solución de transporte que prometía mejorar la conexión entre Goierri y la capital.

El malestar se ha agravado según pasaban los minutos y el siguiente autobús tampoco daba señales de aparecer. Mientras los usuarios se acumulaban en las paradas, la pantalla LED ha dejado de mostrar el tiempo restante para la llegada del autobús, alimentando la incertidumbre.La marquesina se ha convertido entonces en un punto de agitación: llamadas telefónicas, mensajes de voz y conversaciones en voz alta reflejaban la confusión que se ha vivido.

Varios usuarios que habían conseguido subir en Zumarraga han enviado mensajes a amigos y familiares alertando de que el autobús iba lleno y no pararía hasta Donostia. «Sabemos de gente de otros pueblos que se ha desplazado directamente a Zumarraga para asegurarse sitio en el bus. Para quienes tenían esa posibilidad, ha sido lo mejor, pero en mi caso, sin coche y con el tren sin funcionar por el apagón de ayer, no me quedaba otra», explica una usuaria. «No es normal que nos dejen aquí tirados, esto no es serio», añadía un grupo de estudiantes que también se había quedado en tierra.

Uno de los chóferes de esta línea de Lurraldebus que ha salido a las 6.15 horas ha comentado que «sin trenes, nos ha pillado el mogollón de gente aunque ha salido un compañero para hacer de refuerzo y hemos venido dos autobuses». Sobre el apagón ocurrido ayer afirma que «fue algo excepcional y nos ha pillado a todos de aquella manera», además coincidió el estreno de este nuevo servicio y fue «agobiante y estresante» pero «entendible. Al final entre unos y otros se logró sacar lo mejor posible».

En medio del nerviosismo, una inesperada noticia ha arrojado algo de alivio. La megafonía de la estación de cercanías de Beasain anuncia la llegada inminente de un tren con destino Donostia. La reacción ha sido inmediata: los usuarios han abandonado la parada del autobús y se han dirigido apresurados a la estación. Con los tornos abiertos, han podido acceder al andén sin contratiempos. «Ha sido la única solución viable. Al menos el tren ha pasado», comentaban aliviados mientras subían.

Muchos usuarios han cuestionado cómo es posible que el servicio se publicitara sin garantizar la capacidad mínima en cada una de sus paradas. «Imaginamos que los siguientes buses de media mañana viajarán con más espacio, pero no hay derecho a que nos dejen aquí tirados así», se quejaban algunos mientras se acomodaban en el tren.

Aunque el perfil mayoritario entre los afectados era el de jóvenes estudiantes universitarios y trabajadores, también había personas mayores que, desorientadas, no sabían cómo reaccionar ante el súbito cambio de planes. La falta de información oficial en la parada y la ausencia de personal para dar explicaciones han agravado el desconcierto.

Los usuarios piden «medidas urgentes» para garantizar que el problema «no se repita y que se respeten todas las paradas establecidas».

En este sentido, fuentes del Departamento de Movilidad de la Diputación de Gipuzkoa aseguran que «se han reforzado muchas líneas desde el momento del apagón» si bien no han concretado el dato.

La mañana en la estación del Norte de San Sebastián también ha sido caótica. Así lo describen los cientos de pasajeros que tenían que coger a primera hora su tren destino a Madrid o Barcelona y se han quedado en tierra sin saber cuándo podrán viajar. Es el caso de un grupo de 47 vascos del Imserso que tenía planeado el viaje a Barcelona y que ha visto truncados sus planes por el apagón eléctrico que dejó a toda España sin luz. «Ayer estuvimos hasta la 1 de la mañana esperando a ver si nos daban alguna información de si podríamos o no salir hoy, pero nada. Hemos venido una hora antes de la hora, como nos habían citado, y ya nos ha comunicado que no había tren», cuenta la guía que los acompaña. Pendiente del teléfono espera a que le lleguen noticias «de más arriba» para saber si les van a recolocar en autobuses o se pospone el viaje.

Y es que los trenes de Larga Distancia a Madrid y Barcelona tanto de las cinco de la mañana como de las siete no han podido salir desde la estacion de San Sebastián. Renfe había comunicado que se restablecía la circulación de Larga Distancia con Madrid, pero el tren no ha llegado a la estación donostiarra. De hecho, el primer tren rumbo a la capital ha partido de Donostia a las 9.17 horas, con media hora de retraso.

A las siete de la mañana, en la estación del Norte, la estampa era similar a la de ayer. Los tornos permanecían precintados y los trabajadores informaban a los pasajeros que se acercaban apurados y con prisa con sus billetes en la mano. «Les estamos ofreciendo la posibilidad de que les devuelvan el dinero íntegro», comentaban, pero por «ahora no les podemos decir nada más». Los viajeros afectados podrán solicitar la devolución y cambio sin coste en los canales de venta de Renfe. Quienes deseen realizar el viaje pueden presentarse en las estaciones para ser ubicados en las plazas disponibles.

Los planes de cientos de personas se han trastocado. Es el caso de Fabiana y Matías, una pareja argentina que llevaba tres días visitando la capital guipuzcoana y que esperaba sentada en el suelo de la estación con todo su equipaje. «Íbamos a Barcelona y ahora no sé qué vamos a hacer», se lamentaban. El apagón les pilló ayer pasando por las calles donostiarras pero no pensaban que podía afectar a su viaje de hoy. «Estamos mirando otras opciones, hay un autobús que sale en unas horas pero tarda muchas horas», decían.

Tampoco Adele, una francesa que se ha enterado de que no había trenes in situ, ha podido dejar a su hijo en el tren. Con la mochila al hombro, madre e hijo, han salido de la estación buscando otras alternativas.