El cambio climático atraerá a más turistas a Gipuzkoa desde zonas más calurosas
Un estudio del BBVA vaticina que la subida de las temperaturas hasta 2100 alterará el patrón estacional y geográfico del turismo en España, con el norte peninsular como claro beneficiario
Las olas de calor que han encadenado amplias zonas de España en los últimos veranos han empezado a movilizar a muchos turistas hacia zonas más templadas como la costa cantábrica, una tendencia que es solo la antesala de lo que está por llegar si el calentamiento global sigue la senda de los últimos años. Un estudio de BBVAResearch advierte de que el cambio climático podría alterar el patrón estacional y geográfico del turismo en el Estado, con un menor atractivo de muchos destinos tradicionalmente vacacionales como las islas Baleares o la costa del Mediterráneo y un mayor tirón para toda la zona norte peninsular.
En ese contexto, Gipuzkoa sería uno de los territorios cuya actividad turística más crecería en los diferentes escenarios que el informe plantea de aquí al año 2100. Con la peculiaridad de que los meses que más aumentarían son mayo y octubre, que tradicionalmente no se han considerado temporada alta por estos lares, aunque estos últimos días de buen tiempo permiten ver aún a muchos visitantes en localidades turísticas como Donostia o Zarautz.
Gipuzkoa ocupa la quinta plaza entre las provincias que más verían incrementada la afluencia de turistas en los próximos 75 años, solo superada por Asturias, Cantabria, Lugo y A Coruña. El informe elaborado por un equipo de economistas de BBVAResearch contempla tres escenarios climáticos posibles para plantear los escenarios futuros. En el primero, denominado RCP 2.6, se prevé una tendencia de bajas emisiones futuras que conllevaría un incremento de temperatura de 1,8º en 2100 respecto a los niveles preindustriales. En esa hipótesis, que parece poco probable por la evolución climática de los últimos años, el turismo de Gipuzkoa se mantendría estable y apenas variaría un 0,5% respecto a lo previsto para los años 2024-2030.

Cambio porcentual por mes de la demanda turística promedio hasta la década 2091-2100 en comparación
con el periodo 2024-2030 en el escenario RCP 8.5
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En los dos siguientes escenarios, sin embargo, los efectos sobre el turismo en Gipuzkoa serían más significativos. En el RCP 4.5 –con emisiones futuras bajas o moderadas y un incremento de temperatura de 2,8º para 2100–, el incremento del turismo previsto en el territorio ya ascendería a un 3,6%, con aumentos especialmente marcados en abril (7,3%) y septiembre (5,2%), aunque todos los meses marcarían una tendencia al alza, también la temporada alta de julio (2,2%) y agosto (3,1%).
En el tercer escenario propuesto, el RCP 8.5 –emisiones futuras muy elevadas y aumento de la temperatura en 4,8º para 2100– es cuando se prevé el mayor salto para la afluencia turística en Gipuzkoa, con un incremento del 4,8% y una evidente desestacionalización, ya que los meses que más crecen son mayo (12,8%) y octubre (10,1%), mientras que agosto sería el único en caer respecto a los niveles actuales, aunque apenas lo haría un 1%. Los autores del informe aclaran a este periódico, en cualquier caso, que esa bajada prevista para agosto y esas subidas en meses «fuera de temporada alta» como mayo y octubre no harían que estos últimos llegaran a superar el número actual de turistas que se reciben en agosto. Por lo que tampoco supondría una revolución, aunque sí que los turistas se repartirían más a lo largo de todo el año, sin concentrarse tanto en los meses de verano.
Pilar Más, economista principal en BBVA Research y una de las autoras del informe 'El impacto del cambio climático en la demanda turística en España', explica a este periódico que una de las conclusiones claras del estudio es que «el cambio en las condiciones climáticas daría lugar a variaciones en la distribución estacional actual del turismo tradicional, muy concentrado en los meses de verano». Aclara que «los escenarios previstos son muy distintos, pero a medida que aumentan las temperaturas, los efectos son más pronunciados».
«En el escenario más severo, el turismo caería un 7% en España y hasta un 27% en Baleares»
Pilar Más
Economista de BBVAResearch
En el escenario «más probable» de los tres que se contemplan en el informe, el 4.5, «compatible con un incremento de casi 3 grados en 2100», el impacto neto a nivel nacional es muy reducido, del 0,6%, «pero ya se empiezan a observar diferencias importantes por regiones. Aquí empezamos a ver una diferenciación entre las zonas costeras, sobre todo del norte, y las del sur y este peninsular». Aunque los impactos realmente «severos» en el sur y el Mediterráneo llegan cuando se prevén «incrementos de temperatura muy elevados, de casi 5 grados», en el escenario 8.5. En ese contexto la caída del turismo podría ser «del 7% a nivel nacional y del 27% en las islas Baleares», aunque Más recalca que «esto se produce en el contexto más severo, que es menos probable que el intermedio».
Efecto positivo en el norte
Según datos de Eurostat, los turistas ya han empezado a ver el norte como una alternativa más 'fresca' que la del Mediterráneo. Los portales indican que este fenómeno responde a un cambio de comportamiento a la hora de realizar viajes, especialmente, en el turista nacional, que es quien más está contribuyendo a mejorar los registros de las tres comunidades cantábricas. El estudio de BBVA Research abunda en que las temperaturas suaves y la abundancia de agua elevarán el peso del turismo en las comunidades cantábricas un 5,8% de media.
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«La actual capacidad hotelera bastaría porque la demanda se repartirá más»
«Ya en el escenario central se ve un efecto positivo en la demanda turística del norte. De hecho, tarda menos en materializarse ese efecto positivo en el norte que el efecto negativo del sur», indica Pilar Más. En cualquier caso, llama a leer los resultados «con cautela» porque el estudio prevé unos incrementos del flujo turístico que «suponen que en la costa del norte peninsular se tomarían las medidas necesarias para disponer de la capacidad hotelera necesaria para hacer frente a ese incremento de la demanda». O también se contempla «la posibilidad de cambiar la estacionalidad de las vacaciones, que requeriría de una serie de medidas que aún no existen».
«Tardará menos en materializarse el efecto positivo en el norte peninsular que el efecto negativo en el sur»
Pilar Más
Economista de BBVAResearch
Más pide no reducir las conclusiones del informe a que «el cambio climático podría alterar el patrón estacional y dejar sin turismo de sol y playa a España. Hay que verlo como una oportunidad para tener un sector mucho más diversificado geográficamente y con un crecimiento más sostenible».