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El pesquero híbrido vasco, más cerca
El buque escuela Ortze, proyecto liderado por Ingeteam, acomete la electrificación de su sala de máquinas para estar operativo en primavera
Sin prisa pero sin pausa. Ortze, el primer barco híbrido eléctrico diseñado y desarrollado en Euskadi, va completando sus primeras millas náuticas, aunque ... sea de forma simbólica. El buque escuela, operado por el IES Náutico Pesquero de Pasaia-Blas de Lezo, prosigue con la renovación integral de su sala de máquinas que comenzó en noviembre.
La empresa vasca Ingeteam -a la que pertenece la guipuzcoana Indar, una de las participantes en el proyecto- lidera la estrategia que se está encargando de dotar de la tecnología necesaria a la reforma para que el pesquero híbrido vasco esté operativo en la próxima primavera.
El proyecto, cuyo origen data de 2017, permitirá a los buques que operan cerca de la costa navegar entre 20 y 30 millas náuticas con cero emisiones en las entradas y en las salidas de los puertos, así como en operaciones sobre entornos protegidos. Ello posibilitará la navegación en modo híbrido y minimizará las emisiones también lejos de la costa.
Tras quince años faenando en el mar, Ortze -atracado desde hace tres meses en el astillero de Arostegui, en Orio-, funcionará a partir de ahora de otra manera. Inicialmente el buque, de veinte metros de eslora, contaba con un sistema de propulsión convencional, con un gran motor diésel que movía la hélice y «el consiguiente consumo de combustible y emisiones de gases contaminantes, además de producir un ruido elevado», tal y como revela Juan José Varela, uno de los responsables del proyecto.
Tras retirar este propulsor, Ortze dispone ahora de un motor eléctrico de bajo ruido y un sistema de almacenamiento de energía por baterías que le permite navegar, «como un coche eléctrico circula por la carretera», con «cero emisiones», agrega Varela. Además, como los pesqueros habitualmente necesitan hacer trayectos «más largos» y pasar varios días en el mar, esta embarcación dispone de un «grupo de generación diésel» para los momentos en los que se agoten las baterías. «En este caso -añade- hablaríamos de una navegación en modo híbrido, en la que el generador y las baterías proporcionan la energía para que el motor pueda girar».
Este tipo de buques, en trayectos cortos de unas veinte o treinta millas náuticas, puede navegar en ese modo de operación de cero emisiones y «poco impacto» sobre el medio ambiente y el mar», explica Varela, quien precisa que la recarga de las baterías puede realizarse al llegar a puerto, una operación para la que en el futuro sería necesario instalar infraestructuras de carga rápida en las dársenas.
El experto insiste en que se trata de una «tecnología pionera a nivel estatal», no porque se trate de algo que «no existiera» hasta ahora, «sino por el tipo de buque» del que hablamos, con un tamaño relativamente grande, que requiere de unos requisitos tecnológicos, un nivel de potencia y de energía «elevados». Si todo va bien, Ortze será una realidad en primavera.
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