Una escuela pública cada vez más diversa

«La sociedad está cambiando continuamente y nuestras escuelas deben evolucionar junto a ella», aseguró el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, en el acto inaugural que tuvo lugar en el parque Barrena, en pleno centro de Ordizia. «La escuela pública es el pilar del sistema de Educación vasco por todo lo que hace por nuestros alumnos» y, en definitiva, «por nuestra sociedad. En las últimas décadas ha sido indispensable para construir lo que somos en la actualidad» y «dar a las nuevas generaciones la formación que se merecen». Es necesaria una «red social fuerte para hacer frente a los nuevos retos que tenemos por delante» y para eso «es también imprescindible la corresponsabilidad de todos los agentes» implicados.

«Vamos muy bien. Tenemos que estar contentos de lo conseguido. Sin duda, tenemos muchas cosas que mejorar, pero también hemos conseguido otras muchas». Esos desafíos estarán incluidos en el plan estratégico para la escuela pública vasca en el que están «a punto» de empezar a trabajar las instituciones.

En este contexto, defendió el consejero, «el debate del sistema vasco de Educación tiene que darse con la vista puesta en el futuro, no mirando al pasado. La escuela pública vasca tiene un compromiso especial con el euskera y con la cultura vasca, pero nuestras escuelas son, además, un espacio donde cada uno puede desarrollar libremente su personalidad». Es en estos lugares donde «aprendemos a desarrollar nuestra identidad personal y colectiva».

Por su parte, la diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, recordó que sus padres le llevaron a ella a estudiar a una escuela pública por el euskera y ella hizo lo propio con sus hijos porque buscaba «una educación de calidad, basada en la igualdad» así como en el euskera. De cara al futuro «tenemos grandes retos», admitió, en sintonía con lo que dijo Bildarratz. En la propia escuela Urdaneta de Ordizia, que este año ha sido la encargada de organizar esta fiesta, hay familias de hasta treinta orígenes diferentes y se hablan más de veinte idiomas. «Eso es lo que pasa en Gipuzkoa y lo que tiene que pasar. Y ante eso tenemos un elemento imprescindible, el idioma. Nos sirve tanto para la inclusión en nuestra sociedad de todos aquellos que vienen de fuera como para mantener la cohesión».

En este contexto, la presidenta de la asociación de padres y madres de la escuela Urdaneta, Maria Albisu, aprovechó su turno para ensalzar que Ordizia es «el espejo de otros pueblos, barrios y escuelas públicas» de Euskadi, pero «espejo de una situación llevada al extremo. Convivimos con muchas personas y familias llegadas de numerosos países, muchas en situación vulnerable y que no saben euskera». Para dar respuesta a esta situación, aseguró, son necesarias «políticas adecuadas, valientes y recursos». Y eso es lo que pidió a las instituciones y representantes políticos allí presentes, medidas encaminadas a «equilibrar» la situación entre los centros dentro de la propia localidad, porque «está en juego la convivencia, la igualdad, la justicia social, la inclusión y la euskaldunización de nuestro pueblo».

El presidente de Ehige, Arkaitz Aburto, se congratuló de que cada vez más personas remen a favor de la escuela pública vasca y el alcalde de Ordizia, Adur Ezenarro, hizo mención a la importancia de abrir el pueblo al resto del mundo. En el mismo acto cogieron el testigo de la fiesta representantes de la escuela pública vasca de Urduña, en Bizkaia.