Comienzan las batidas de caza para controlar la población de jabalíes
La presencia de estos ejemplares en Gipuzkoa, que ha crecido un 16% en veinte años, preocupa a baserritarras y ganaderos
La temporada de caza mayor en Gipuzkoa ya ha comenzado. Las cuadrillas de las distintas manchas o zonas en las que se distribuyen los montes guipuzcoanos han participado en las primeras batidas de este recién estrenado otoño, con el objetivo de capturar el mayor número de jabalíes. Su presencia en el territorio ha aumentado de forma notable en las últimas décadas y con ello también los problemas que provocan en zonas de pasto y terrenos de cultivo, con el consiguiente enfado de baserritarras y ganaderos. La finalidad de estas batidas es controlar y mitigar el riesgo que una sobrepoblación de estos ejemplares podría entrañar para personas, agricultura, ganadería o fauna silvestre.
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Ya se han podido escuchar los primeros tiros de escopeta y se han capturado las primeras piezas, pero la tarea se presume larga, ya que la presencia del jabalí es más que notable. Pese a que el pasado año se apreció un ligero descenso de población, lo cierto es que su presencia ha sufrido un incremento sustancial desde el inicio del siglo.
Las claves
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2.169 jabalíes fueron capturados en la temporada 2021-22 por los cazadores guipuzcoanos.
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Comparativa Es la tercera cifra más alta de la serie de datos. El récord se alcanzó en la 20-21 con 2.644 ejemplares
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Federación de caza «Lo que está claro es que el jabalí va aprendiendo y conociendo las zonas de seguridad del territorio»
Según datos aportados por la Diputación Foral, en Gipuzkoa la población ha mantenido un incremento medio anual del 10% en los últimos veinte años. «El crecimiento ha sido todavía mayor en la última década, con un promedio del 16% anual entre 2011y 2021, de forma similar a lo que se ha registrado en territorios limítrofes como Álava, Navarra, a nivel nacional o de Europa», explican.
Prueba de este crecimiento son las numerosas ocasiones en las que en pueblos o incluso en calles de ciudades de Gipuzkoa se han observadouno o varios de estos animales, dejando escenas curiosas en zonas poco habituales para ellos como son los barrios residenciales de Aiete y Berio en Donostia.
Tercera mayor captura
La Diputación Foral de Gipuzkoa es la competente para autorizar las batidas que se llevan a cabo martes, jueves o sábados. En cada una de ellas el número mínimo de participantes es de 10 cazadores y el máximo no puede superar en ningún caso los 60. En la actualidad las manchas de caza de Gipuzkoa superan las 590, que se reparten en una superficie de más de 141.000 hectáreas que deben supervisar los cazadores guipuzcoanos con el objetivo de abatir el mayor número de ejemplares.
En la temporada cinegética 2021/2022 se realizaron un total de 1.891 batidas de jabalí en el territorio, en base a los datos de la Diputación. La participación media de cazadores en cada una de las batidas fue de 19,1, que contaron con la ayuda de una media de 9 perros. En las batidas realizadas, «se observaron 3.339 jabalíes y se abatieron 2.169», aseguran desde el ente foral. Una cifra que cuadruplica la de hace veinte años y que supone la tercera más alta de la serie de datos. Es, eso sí, algo inferior a la de la temporada 2020/21 en la que se batieron todas las marcas con más de 4.000 ejemplares avistados y 2.644 cobrados. Se estima que los números de esta recién estrenada campaña se mantendrán en registros similares a la pasada.
Cambios de comportamiento
Para Aritz Ezeiza, coordinador general de la Federación de Caza de Gipuzkoa el ligero descenso de animales vistos y abatidos en la anterior temporada no tiene por qué suponer un cambio de tendencia en la presencia de jabalíes en los montes guipuzcoanos. «Puede ser que por circunstancias ese año el número de jabalíes que haya entrado de territorios limítrofes haya descendido», reconoce.
«Lo que está claro es que el jabalí va aprendiendo y conociendo las zonas de seguridad del territorio así como las reservas, parques naturales... Son las zonas en las que los jabalíes encuentran refugio y entran y salen de acuerdo a sus necesidades. Tenemos constancia de que salen de esas zonas de seguridad por la noche y vuelve después», asegura Ezeiza.
Según el coordinador de la federación, a esto hay que añadir que «la hibridación o mestizaje de los jabalíes está provocando cambios en su comportamiento a la hora de buscar alimento cerca de los caseríos, en huertas, maizales...». Unos cambios que también afectan «a la hora de su reproducción, ya que antes las hembras parían 3-4 jabatos, mientras que ahora, la mezcla con cerdos comunes ha hecho que paran 7-8 crías. Las camadas son mayores y causa importante en la proliferación de la especie».
