«El mar es una necesidad para mí»
Malen Rosellón, usuaria del servicio de baño asistido de Cruz Roja, acude casi todos los días a la playa de Hondarribia para disfrutar de un buen chapuzón en el agua
pablo bellido
Martes, 20 de julio 2021, 07:10
La temporada de playas comenzó en Gipuzkoa el 15 de junio. Sin embargo, el inicio de este verano está siendo un poco atípico, ya que ... el sol no está siendo el protagonista principal. Aun así, Malen Rosellón, usuaria del servicio de baño asistido de la playa de Hondarribia, acude todas las mañanas a darse un buen chapuzón en el mar. Llueva o haga frío «vengo prácticamente todos los días. Aunque caigan cuatro gotas no perdono el baño, para mí es como una necesidad», resalta.
La Cruz Roja lleva más de 20 años ofreciendo este servicio en Gipuzkoa. Este año, al igual que en los anteriores, vuelven a ofrecer esta posibilidad en Hondarribia y Getaria, donde además del baño asistido ofrece a los usuarios que lo necesiten muletas para el agua y chalecos salvavidas. La silla anfibia que utilizan las personas con movilidad reducida es un asiento adaptado para el mar que transporta a la persona con problemas de movilidad hasta la orilla. Cuando llegan al agua, los socorristas ayudan a la persona a incorporarse y le ponen un chaleco salvavidas. Una vez asegurada, uno de los dos socorristas se mete al agua con la persona impedida para nadar con ella, o para ayudarla a realizar los ejercicios que desee hacer. Mientras tanto, el otro socorrista se queda en la arena, observando por si surgiese algún tipo de problema que hiciese necesaria su intervención.
Pendientes de la bandera
Este servicio se puede realizar cuando hay bandera verde. También cuando se coloca la amarilla, siempre y cuando el jefe de playa determine en estos casos que se dan las condiciones para llevar a cabo la actividad. «Cuando hay bandera amarilla, o si el mar está un poco revuelto, solo lo hacemos si consideramos que el baño es seguro tanto para el usuario como para nosotros», relata Iker Sagarzazu, responsable de los socorristas de la playa de Hondarribia.
La duración aproximada del baño es de entre 25 y 30 minutos. Los usuarios tienen que reservar con anterioridad el servicio, ya que con la pandemia se necesita llevar a cabo una desinfección de los dispositivos una vez utilizados.
La crisis sanitaria redujo considerablemente el número de baños asistidos el año pasado. La temporada pasada se realizaron 129 baños asistidos, menos de la mitad que los 312 del verano de 2019.
Los usuarios agradecen que se siga manteniendo año tras año este servicio, que les permite disfrutar de un rato muy agradable dentro del mar. «Es una auténtica gozada, los socorristas nos tratan y cuidan muy bien. Ojalá este servicio se mantenga durante todos los veranos, porque el agua me hace sentirme libre. Yo animo a todos los que lo necesiten a utilizar este tipo de servicios», comenta Malen.
Los socorristas, por su parte, defienden que este tipo de servicios son un claro ejemplo de cómo se utiliza la innovación para dar cobertura a todas las necesidades que piden los usuarios. «Con este tipo de dispositivos ayudamos a todas la personas para que disfruten de un buen rato en el mar. Y la verdad, es que nos hace muy felices ver como ellos disfrutan del baño», sentencia Iker.
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