Un autocar de Lurraldebus circula con la puerta abierta entre Oñati y Arrasate
Una usuaria denunció en redes sociales los hechos, ocurridos ayer por la mañana, y la empresa anunció que el vehículo fue retirado del servicio
Con la puerta trasera abierta durante varios kilómetros. Así circuló ayer un autocar de Lurraldebus que cubría el servicio entre Oñati y Arrasate pasadas ... las 10 de la mañana. Una usuaria denunció los hechos en sus redes sociales y el vehículo fue finalmente retirado de la circulación, según confirmó la empresa.
El incidente se produjo a las 10.25 de la mañana. Una de las viajeras del autobús colgó en su cuenta de Twitter un vídeo en el que se observa que la puerta trasera no cierra y que el autobús continúa circulando a una velocidad considerable por las carreteras GI-2630 y GI-627.
Dos horas después el perfil público de Lurraldebus en la mencionada red social se puso en contacto con la usuaria, a la que aseguró que la empresa operadora había informado de la retirada del vehículo de la circulación. No obstante, no se aclaró el tiempo que estuvo el autocar circulando en estas circunstancias. Asimismo, le instaba a presentar cualquier queja o reclamación a través del servicio de atención al cliente.
La diputada foral de Movilidad, Rafaela Romero, explicó que el incidente se debió a «una avería» y que en cuanto el conductor se percató de la situación «activó un mecanismo de seguridad que bloquea las puertas» del autobús. Una vez pudo estacionar, avisó a la operadora, que procedió a retirar el vehículo y sustituirlo por otro.
En las últimas semanas se han producido otras incidencias de gravedad en diferentes servicios de Lurraldebus que han obligado a dar explicaciones a la diputada de Movilidad. Uno fue un accidente ocurrido en Andoain en el que una menor salió disparada a la N-I después de que la puerta trasera del autobús en el que viajaba reventara. Por otro lado, se produjo un intento de homicidio dentro de un vehículo en Villabona, en el que en una pelea un viajero acuchilló a otro.
Romero compareció en Juntas Generales la semana pasada y anunció algunas medidas que su departamento va a tomar a raíz de estas incidencias: renovar la flota de autobuses, reforzar las inspecciones, instalar tacógrafos para que la velocidad no supere los 80 kilómetros por hora o solicitar a la Ertzaintza más controles aleatorios a este tipo de vehículos. Una de las medidas más esperadas es la nueva adjudicación de la línea de Buruntzaldea, donde se produjo el accidente de la menor. La empresa que se encargará del servicio se ha comprometido a renovar 24 vehículos, además de otras cuestiones relativas al personal. Ante estas declaraciones, el sindicato LAB emitió ayer un comunicado en el que exige a la Diputación «una reunión con todos los delegados de los autobuses para tomar unas medidas de seguridad garantistas».
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