«Hemos aumentado las patrullas en las rutas principales de regreso a casa por la noche»
Asegura que hasta ahora está siendo una temporada «tranquila», aunque recuerda que las tasas de delincuencia siguen al alza en Euskadi
El verano de 2023 está siendo hasta la fecha, aparentemente, más tranquilo que los anteriores. Atrás quedaron la sucesión de noticias de peleas más o ... menos multitudinarias de 2020 y 2021 –en el apogeo de la pandemia–, los ataques colectivos a patrullas policiales, las pugnas en buses y trenes... Y posteriormente las alarmas sociales por el miedo de las mujeres a ser víctimas de sumisión química mediante pinchazos o sustancias como burundanga. Xabier Peña, comisario de Investigación de la comisaría de la Ertzaintza en San Sebastián, subraya que, en efecto, está siendo un verano «normal», sin elementos de psicosis como en veranos pasados ni acontecimientos «extraordinarios». Ahora bien, eso no significa que se estén produciendo menos delitos. «Las tasas de delincuencia están subiendo», recuerda, y apunta que en la temporada estival «hay más delitos porque al haber más movimiento y más gente, los ladrones habituales están más activos, a lo que se suma la llegada de delincuentes de fuera» para 'hacer el agosto' en días de fiesta y lugares turísticos como Donostia y otras localidades de Gipuzkoa.
– ¿En qué cambia la actividad de la Ertzaintza en verano respecto al resto del año?
– En lo que toca a Donostia, pero que se puede hacer extensivo al resto de Gipuzkoa, como destino turístico que somos recibimos a un montón de gente, tanto nacional como internacional. Esa afluencia hace que los delincuentes estén atentos porque ven más oportunidades de cometer delitos, sobre todo hurtos y robos en vehículos. Además, como hay mucha vida nocturna y de hostelería, así como muchas fiestas y eventos, eso lleva a que haya más robos, peleas con resultado de lesiones y agresiones sexuales. En verano se junta que la gente está más despreocupada y los ladrones más atentos, lo que nos afecta en el sentido de reforzar los dispositivos y establecer operativos concretos.
«Hay grupos organizados de carteristas que vienen a fiestas y eventos, y bandas del Este para asaltar domicilios y empresas»
– ¿Como cuáles?
– Por la noche, por ejemplo, estamos implementando un plan pionero, que se llama patrullaje focalizado, que permite actuar quirúrgicamente en los puntos y horas de más riesgo, ya que trabajamos con productos de inteligencia enriquecidos. Estos se basan en algoritmos que, gracias a los datos disponibles y las actuaciones pasadas, permiten realizar estimaciones predictivas de delitos que nos permiten reforzar nuestra presencia y contacto con la ciudadanía allí donde a priori hay más riesgos. Como todas nuestras actuaciones, estos patrullajes se hacen en colaboración con la Policía Municipal, con la estamos coordinados. También se vigilan de forma más intensa, entre las 2.00 y las 6.00 de la mañana, las rutas principales de vuelta a casa de madrugada desde las zonas de ocio y las zonas más problemáticas de esos recorridos, como túneles, zonas sombrías o menos transitadas. También se llevan a cabo planes de acción concretos, como el de detección de armas blancas.
– ¿Cuántos agentes puede haber un día o una noche normal y otro día u otra noche especial, como en Semana Grande?
– Es muy variable, ya que depende el tipo de evento o eventos que haya. Fluctúa mucho. Si en un día normal puede haber en cada turno en Donostia en torno a 20 patrullas nuestras y 10 de la Policía Local, en eventos especiales pueden venir 50, 100 o 200 agentes de refuerzo, según las necesidades que se estimen oportunas. Cada operativo tiene unas necesidades. Imagine un día de Semana Grande con partido de la Real Sociedad... hablamos del despliegue de centenares de agentes.
– Algunos sindicatos de la Ertzaintza han advertido que este sería un 'verano caliente' de violencia callejera y que no habría efectivos suficientes...
– Como en el resto de profesiones, en verano hay un 20%-25% de agentes que están de vacaciones, pero hay servicios mínimos y para eventos especiales se traen los refuerzos necesarios. Las cifras son similares a las de años anteriores. Este año no es diferente.
– ¿Está siendo un 'verano caliente'?
– No lo definiría así. Está sucediendo lo de cada verano que le decía antes. Aumentan los delitos habituales de la temporada, pero nada diferente a otros años. Otra cosa es que, en general, no solo en verano, las tasas de criminalidad estén subiendo en Euskadi. Eso es un hecho.
«La delincuencia sube como en todas partes, pero es una ciudad con unos índices de criminalidad inferiores a otras»
– ¿A qué lo achaca?
– Cada vez hay más personas, más movimiento, más gente sin recursos... Y somos una sociedad más heterogénea, con ciudadanos con costumbres y valores diferentes... Si todo va a más, la consecuencia es que también vayan a más los delitos.
– La violación de dos chicas el fin de semana pasado, ayer peleas en dos bares de Gros y Amara, un detenido por intentar robar en dos viviendas en Martutene... ¿Se ha vuelto Donostia una ciudad insegura?
– Comparado con otras ciudades, no. Los índices de criminalidad son inferiores a los de otros lugares. Pero como le decía, algunos usos están cambiando. No solo en Donostia. En todas partes. Ahora se portan más armas blancas que hace unos años, y en caso de pelea, eso tiene su evidente peligro. Las cosas han cambiado y hay que tener más cuidado, especialmente en verano, cuando aumentan los delitos.
– ¿Existe también un turismo delictivo? Esto es, ¿vienen delincuentes de fuera aprovechando la gran afluencia de gente?
– El aumento de los delitos en verano se debe a la mayor actividad de los delincuentes que ya están instalados aquí o en localidades del entorno. Los turistas son mayoritariamente víctimas, pero es cierto que también vienen grupos organizados para fiestas o eventos multitudinarios y se dedican a robar carteras, móviles, bolsos...
– ¿De dónde vienen?
– De todas partes. Pueden ser de otra localidad, provincia o comunidad autónoma, de Francia... También acuden bandas organizadas, por ejemplo de países del Este, para robar en empresas y domicilios. En ambos casos, carteristas y asaltadores de domicilios y empresas, son muy difíciles de detectar porque vienen, interactúan una o dos noches y se van.
«Es un fenómeno incipiente en Gipuzkoa pero las tenemos detectadas y por ahora no es preocupante»
– Esta misma semana hemos conocido que se ha detectado la presencia entre Donostia e Irun de al menos tres bandas juveniles... ¿es preocupante?
– Efectivamente hay presencia, pero por fortuna, de momento están en fase muy embrionaria y las tenemos bien identificadas y controladas. Como dijo mi compañero, es un fenómeno incipiente y emergente entre la juventud, pero por ahora no preocupante en Gipuzkoa.
– ¿Han venido para quedarse o se las puede desactivar?
– Lo habitual es que los pandilleros entren en la banda en la preadolescencia, y que cuando ya maduran y se asientan, trabajan, etc. a los 23-24 años, la abandonen. Si se consolidarán o no, es algo a lo que no puedo responder. Nuestra labor es detectarlas, localizar a sus miembros, y detenerles si delinquen. Y es lo que hacemos. Otra cosa es que una vez detenidos se les deje luego en libertad. Nosotros hacemos nuestro trabajo. Luego, las leyes y los tiempos de la Justicia son los que son.
– Durante los últimos veranos nos habíamos acostumbrado a que apareciera algún acto delictivo que se pusiera de moda. Burundanga, pinchazos, altercados contra la policía... Este año no parece que haya nada destacable en ese sentido...
– En principio no, así es. Ya ha transcurrido la mitad del verano, ha habido multitud de fiestas y eventos y está siendo un verano relativamente tranquilo, más allá de los ya comentados y habituales casos de robo, hurto, peleas y agresiones sexuales a mujeres.
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