Los atascos por toallitas se reducen un 80% en Donostialdea al instalar 65 bombas antibloqueo
Tras el colapso de 2017 Aguas del Añarbe ha reforzado las labores de prevención en los colectores e invertido 3 millones en maquinaria y sistemas contra tapones
El monumental atasco ocasionado en 2017 en uno de los colectores de la red de saneamiento de aguas de Donostialdea y Oarsoaldea por la acumulación ... de toneladas de toallitas higiénicas arrojadas por el retrete, supuso un antes y un después en la política de prevención y vigilancia de Aguas del Añarbe.
Desde entonces, el consorcio encargado de prestar los servicios de suministro de agua potable, saneamiento y depuración de aguas residuales de San Sebastián, Astigarraga, Hernani, Urnieta, Lasarte-Oria, Usurbil, Errenteria, Oiartzun, Pasaia y Lezo, ha reforzado las tareas preventivas de limpieza y ha invertido tres millones de euros en la sustitución en distintas estaciones de 65 equipos de bombeo tradicionales por nuevos equipos antiatasco. Esta renovación ha permitido, según fuentes de la entidad, reducir las obstrucciones en torno a un 80%. «Aunque se siguen arrojando muchas toallitas por el inodoro y siguen causando problemas, será difícil que se repita un tapón en un gran colector como el de hace cinco años», aseguran las fuentes.
S CLAVES
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43 toneladas de toallitas taponaron en 2017 el colector de Herrera.
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269.000 euros anuales cuesta la revisión y limpieza de los puntos claves de la red de saneamiento.
La gran obstrucción de 2017 fue causada por dos gigantescos tapones generados por la acumulación de hasta 43 toneladas de toallitas y otros productos higiénicos en el colector de Herrera, uno de los principales de la red. Fueron dos «masas compactas» que juntas alcanzaban unos 75 metros cúbicos de volumen, el equivalente a cinco autobuses o seis elefantes africanos adultos.
Las tareas de limpieza se prolongaron durante 52 días (siete semanas y media) a razón de diez horas diarias, con un coste de 133.000 euros. Aprovechando las labores urgentes que hubo que llevar a cabo para deshacer la obturación, la mancomunidad procedió a sanear todo el conducto que transporta las aguas residuales de Pasaia, Errenteria, Lezo y Oiartzun desde la estación de bombeo de Herrera hasta la depuradora de Loiola, para su tratamiento antes de llegar al mar.
Tras aquel contratiempo, Aguas del Añarbe actualizó sus protocolos de prevención y en estos casi cinco años se han adoptado medidas nuevas, como una inspección anual de las grandes arterias de saneamiento; una planificación anual de tareas de limpieza en la red de estaciones de bombeo, colectores y aliviaderos; o la mencionada sustitución de los equipos de bombeo por una nueva maquinaria antiatoramientos.
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Respecto a las tareas preventivas de limpieza, un equipo formado por tres operarios y un camión de limpieza especializado está dedicado exclusivamente a esta labor, que se lleva a cabo de lunes a viernes durante toda la jornada. El adjudicatario de este contrato, por un valor de 269.000 euros anuales sin incluir eventuales actuaciones de carácter extraordinario, es la empresa Ansareo Servicios Integrales. Esta firma se encarga de mantener en buen estado los colectores, teniendo especial cuidado en evitar que la acumulación de residuos acabe impidiendo nuevamente la correcta circulación de los vertidos.
También se vigilan determinadas instalaciones de la depuradora de Loiola y las estaciones de bombeo de aguas residuales (EBAR), de las que se retiran los residuos sólidos, tanto flotantes como sedimentables, para asegurar en todo momento el correcto funcionamiento de los equipos, evitando atascos indeseados y la pérdida de eficacia de los mismos. Un último foco de control son los aliviaderos, estructuras que impiden que el nivel del agua se eleve por encima del punto máximo y desborde, pudiendo alcanzar otros cauces, como los ríos.
Tres operarios, buzos incluidos, se dedican cada día en exclusiva a tareas preventivas de limpieza
Además de la limpieza de la red principal que gestiona Aguas del Añarbe, los ayuntamientos toman sus propias medidas. El de San Sebastián, por ejemplo, tiene su propio contrato para el mantenimiento de la red de alcantarillado municipal; mientras que el de Errenteria dispone también de un camión para realizar tareas preventivas
Buzos especializados
Esta labor de vigilancia preventiva se lleva a cabo por medio de medios mecánicos y humanos. Desde 2017, buzos especializados realizan inspecciones de las principales arterias de la red de saneamiento. Son los tres grandes colectores que llegan a la depuradora de Loiola, el emisario terrestre que evacúa las aguas depuradas al mar, y el túnel que une la estación de bombeo de Sagües con el emisario submarino de Mompás, en el barrio donostiarra de Gros. El coste de estas inspecciones asciende a unos 10.000 euros anuales.
Junto a la mancomunidad, los ayuntamientos destinan sus propios recursos a mantener su alcantarillado
A los recursos humanos necesarios para controlar el buen estado de la red de saneamiento hay que añadir las inversiones en nuevos equipamientos y estructuras para minimizar la acumulación de residuos sólidos. A los tres millones destinados a la sustitución de las 65 bombas en las estaciones, hay que sumar la colocación de rejas y otra serie de mecanismos para disminuir el impacto de las toallitas.
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