Astigarraga contará con una estación elevada que servirá de enlace al TAV

La consejera de Infraestructuras y Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, y la alcaldesa de Astigarraga, Zorione Etxezarreta, han presentado este martes el proyecto, que se construirá en coordinación con las obras del tramo Hernani-Astigarraga del TAV, en manos de ETS, y con la adaptación de la vía de ancho ibérico con el «tercer hilo», gestionada por Adif. Las dos responsables institucionales han avanzado los detalles técnicos y de diseño de una infraestructura que, por un lado, facilitará a los vecinos de Astigarraga el uso del Cercanías de Renfe, ya que hasta ahora las dos paradas más próximas eran las de Hernani y Martutene. Y por otro, se erigirá como confluencia de las dos redes ferroviarias que convivirán a partir de ahora en el territorio.

La estación se elevará en la trasera del polígono industrial Bidebitarte, y unirá los dos lados ahora separados por el río y las vías, uno de Astigarraga y el otro, término municipal de Donostia. La estación se elevará una altura máxima de 4,10 metros sobre las vías actuales, a las que se sumarán otros cuatro raíles. Así, la playa quedará conformada por dos vías de circulación para Cercanías, que se ubicarán en la parte central de la estación para dar servicio a los viajeros. En paralelo, se habilitarán dos vías de alta velocidad también «centradas» que conectarán con el «tercer hilo» hacia Donostia. Y en los extremos, se habilitarán otros dos trazados que, en el futuro, enlazarán directamente con la nueva plataforma de alta velocidad, Astigarraga-Oiartzun-Lezo. Estas cuatro últimas vías serán «pasantes», es decir, los trenes no pararán en la estación.

Según ha explicado la consejera, el edificio de la terminal será un espacio rectangular sobre las vías, semiacristalado en las fachadas norte y sur, y de estructura de acero. En la parte central, se instalarán las canceladoras, y se ubicarán las escaleras y dos ascensores «en cajas acristaladas» para el acceso a los andenes. También, «existe un recorrido junto a la fachada sur de 3 metros de ancho que permite el cambio de andén sin salir del recinto». En la terminal, se reserva además espacio para los cuartos técnicos de la estación.

El acceso será «exclusivamente» peatonal. Por el lado de Astigarraga, se realizará mediante un recorrido con «amplias pasarelas de acero» que salvarán las vías y el río Urumea. Ese trazado, que sí permitirá la coexistencia de ciclistas y peatones, tendrá una longitud de unos 200 metros, dividida en cinco vanos.

La obra será ejecutada por el Gobierno Vasco, en virtud de la encomienda firmada con Fomento, por la que también se encargará de construir la estación de San Sebastián y la de Ezkio-Itsaso. Los plazos previstos irán acompasados con la obra del «tercer hilo», que Adif prosigue a menor ritmo mientras culmina el proceso administrativo para volver a adjudicar el trabajo en el tramo de Gaintxurizketa, parado hace un año. Y también se coordinarán con las obras del tramo Hernani-Astigarraga, el último del TAV, que como ha informado este periódico se va a reactivar de forma inminente para intentar concluir antes de 2023. ETS prevé finalizar la redacción del proyecto constructivo de la estación de Astigarraga antes de verano. Así que aún quedarán varios meses por delante para completar la licitación y adjudicación del proyecto e iniciar las obras.

Esta estación se ubicará a unos cuantos metros de otra obra, menor, que exige el trazado de alta velocidad entre Hernani y Astigarraga. Se suprimirá el actual paso a nivel de Ergobia y se sustituirá primero por una pasarela provisional, y luego por un paso elevado sobre las vías.