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Apenas uno de cada cinco dependientes de Gipuzkoa ha solicitado la tarjeta de transporte gratuita para su acompañante. Esto es, solo el 19% de personas ... que necesitan viajar con compañía por tener alguna discapacidad o necesidad especial tienen en la actualidad este pase, según datos del Departamento de Cuidados y Políticas Sociales, encargado de hacer las gestiones correspondientes para que todo aquel que lo desee pueda contar con esta ayuda, puesta en marcha en junio del año pasado, hace nueve meses.
En total, 30.479 guipuzcoanos tienen algún grado de dependencia en el territorio, por lo que todos ellos tendrían la opción de solicitar la tarjeta de transporte gratuita para su acompañante. Sin embargo, hasta la fecha solo 5.691 personas han solicitado el billete. Además, el área que dirige Maite Peña ha registrado oras 52 peticiones de personas que han solicitado la tarjeta por segunda vez, en muchos casos por extravío. Hay 48 pendientes de envío.
El único requisito que deben cumplir los solicitantes es ser titulares de una tarjeta Mugi, así como tener la valoración de dependencia. Se calcula que en Gipuzkoa cerca de 50.000 personas tienen algún tipo de dependencia, pero poco más de la mitad cuentan con una acreditación. Esto es, han pasado por una valoración de los servicios sociales.
Entre ellas se encuentra Cristino Burgoa. Este vecino de Irun es afiliado de la ONCE. Nació con la enfermedad de glaucoma en un ojo, que daña el nervio óptico irreversible y en la peor de sus formas puede causar pérdida de visión y ceguera. A los 25 años se le pasó al otro ojo y con el tiempo no ha hecho más que ver su visión disminuida. Necesita acompañamiento y, en algunos casos, bastón para caminar. «La ONCE me ha ayudado a llevar una vida lo más normal posible»; asegura, y desde que Gipuzkoa puso en marcha la tarjeta grautita del transporte para acompañantes su día a día es aún más sencillo.
Karmele Landa
Acompañante
Él la tiene desde hace tiempo y la mayor de las beneficiadas por esta medida es su mujer, que su mayor compañera de vida y de quien apenas se separa. «Me saqué la tarjeta Mugi como cualquier otra persona y el billete de acompañante en el bus o topo es gratuito, el que paga es el afiliado», explica. Cuando accede al medio de tranporte elegido pasa su billete y el conductor le pide que muestre el del acompañante. «Conviene pasar primero la tarjeta del usuario y después mostrar la otra», asegura. «Y de esa manera no hay trampa ni cartón».
Cristino Burgoa está «feliz» con este cambio, que «se agradece mucho. Voy mucho más seguro con un acompañante. No hay duda de que esta es una buena iniciativa, sobre todo cuando tienes que moverte por sitios que no conoces. Además, la realidad es que siempre vas mejor acompañado cuando no ves, porque hay muchos obstáculos en la calle», se sincera Cristino.
Consciente de esa problemática a las que se enfrentan muchas personas dependientes o con algún tipo de discapacidad, la donostiarra Karmele Landa hace tiempo que es voluntaria de la ONCE. Su misión: acompañar a los afiliados a esta organización en sus necesidades del día a día. Por ejemplo, «ir al médico, leer, asistir a cursos que tienen que hacer o renovar el carné de identidad», entre otras cosas. «Es una pequeña tarea que hago encantada para intentar ayudar a estas personas que tienen problemas de visión. Cuando me jubilé me animé a hacer este acompañamiento. Mi padre se quedó ciego y me marcó. Decidí ir a la ONCE a ayudar, y ya han pasado trece años desde entonces», relata.
Cristino Burgoa
Usuario con discapacidad visual
Ella sobre todo hace voluntariado con personas mayores, que suelen ser dependientes además de tener problemas de visión y necesitan de alquien que les acompañe cuando salen de su hogar. Su experiencia con la tarjeta transporte es «muy buena. Los usuarios son quienes pagan un billete reducido, lo que supone que la persona que va con ellas no paga», cuenta. «Es una labor que me parece normal que las entidades como la Diputación de Gipuzkoa hagan, debe haber instituciones que se encarguen de este tipo de ayudas, muy necesarias. Poco a poco, vamos avanzando». Normalmente el conductor solo mira la tarjeta, como hay que pasarla como ocurre con las habituales del usuario.
5.691 personas con dependencia
o discapacidad visual han solicitado el billete gratuito para un acompañante. Además, el área que de Cuidados y Políticas Sociales ha registrado otras 52 peticiones de personas que han solicitado la tarjeta por segunda vez, muchas por extravío. Hay 48 pendientes de envío.
Para poder solicitar este pase, es necesario ser titular de una tarjeta Mugi o Lurraldebus, y el usuario debe rellenar un formulario con sus datos en la web del área de que dirige Maite Peña (gizartepolitika.eus). Al cabo de un mes aproximadamente las personas dependientes la recibirán en su domicilio. El solicitante y titular será siempre la persona con dependencia, discapacidad visual grave o usuaria de silla de ruedas y la tarjeta la podrá utilizar el acompañante –máximo una persona– en el transporte público de Gipuzkoa.
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