Los anguleros piden «poder ser profesionales» para que su actividad no desaparezca en Euskadi

La reflexión la ha realizado esta mañana en Orio la Asociación de Anguleros de Euskadi, en una comparecencia tras haber conocido esta semana que el consejo de ministros de Agricultura y Pesca de la Unión Europea ha decidido prohibir a partir del año que viene la pesca deportiva de esta especie, la única modalidad permitida en Euskadi. Según Unai Eizagirre e Iñaki Bedoya, presidente y secretario de esta agrupación que reúne a más de 400 anguleros de los alrededor de 610 licenciados vascos, «la UE ha hecho el trabajo sucio tomando la decisión, pero en el fondo el Gobierno Vasco ha conseguido lo que quería: prohibirnos pescar en Euskadi; llevaba unos años dejándonos morir, y está a punto de acabar con una larga tradición de muchos años, y mundialmente reconocida como el propio Gobierno ha señalado en su plan de gestión para la especie». Con los días contados para su actividad, solo ven una única solución: «Que el Gobierno Vasco nos permita ser profesionales. En mayo le entregamos un plan sobre cómo hacer la reconversión, y nadie nos ha respondido. Solo nos queda intentar hablar con el lehendakari».

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Además de eliminar la pesca deportiva de la anguila, la resolución adoptada esta semana en Bruselas también ha limitado la actividad profesional, pero Euskadiko Angulero Elkartea (EAE) ha precisado que «la pesca profesional no se ha reducido a tres meses como se ha dicho: son tres meses de pesca con fines comerciales, y otros dos para repoblaciones posteriores, que también se pagan». Como ejemplo, han aportado los datos de Francia, con una captura anual de 26,7 toneladas para consumir y otras 39,7 toneladas para su cría.

A nivel autonómico, los anguleros han asegurado que no es su actividad la que ha hecho menguar la especie, sino la «inacción» del Gobierno Vasco. Así, han asegurado que del Plan de gestión para la recuperación de la Anguila europea en el País Vasco, elaborado en 2010 por técnicos de AZTI, UPV/EHU y Ekolur por encargo –a instancias de la UE– del Gobierno Vasco y las diputaciones de Gipuzkoa y Bizkaia, «lo único que se ha cumplido ha sido reducirnos la pesca, tanto los días como los ríos. Nosotros hemos cumplido con todo lo que se nos ha dicho –en respuesta a un requisito europeo–. Aquel plan reservaba una partida de 291.000 euros al año para quitar todo elemento que perjudicara el desarrollo de la especie, las presas, las turbinas eléctricas, los posibles depredadores, y no se está haciendo nada».

Ese proyecto, según han explicado, incluía «repoblaciones en los ríos Oria y Barbadún, de las que no hay constancia que se hayan hecho. Es más, en 2008 se cerró el Barbadún como reserva de pesca, y no hay ningún dato del efecto que ha tenido la medida tras estos años sin pescar. No podemos creer que no hayan hecho ningún estudio, pero hemos pedido informes y no nos los dan».

En una presentación que se ha prolongado durante más de una hora y ha contado con una veintena de anguleros, se han autodefinido como «vigilantes en primera línea del estado de nuestros ríos» y han mostrado vídeos e imágenes de vertidos y presencia de depredadores como tortugas y cormoranes –«en el Oria hay 6-7 parejas que se han asentado aquí»– comiendo anguilas, han denunciado que «todo esto no se está controlando nada».

En su reflexión final, EAE ha lamentado que «cuando el Gobierno Vasco en 2003 nos prohibió vender las angulas, se cargó una denominación de origen de prestigio mundial como la de Angula de Aginaga. Ahora, se va a cargar toda la tradición, algo que venía buscando». En este sentido, han advertido la falta de relevo, dado que «nadie que quiera obtener licencia por primera vez lo puede hacer, ya que lo único que se puede hacer en Euskadi es renovar la licencia o perderla. En la asociación los más jóvenes tendrán 35 años, pero la mayoría es gente de cierta edad. Cuando nos vayamos muriendo, desaparecerá el angulero vasco».