Invertir en la juventud
Hace ya tres años que escribía en este mismo periódico, con motivo de la edición de Gazte Up 2021, sobre la necesidad de invertir en ... la juventud para hacer frente a los retos globales a los que nos enfrentamos en relación con el talento. Y, para ello, la necesidad de que Lanbide fuera un servicio público eficaz capaz de promover empleos con derechos.
Hoy Euskadi cuenta con la primera Ley de Empleo que refuerza el sistema público de empleo, que apuesta por reconocer el derecho subjetivo de todas las personas al acceso a las políticas activas de empleo, por ordenar el sistema en Euskadi desde una perspectiva integradora e inclusiva, que introduce elementos y herramientas modernas de planificación y gestión, que incluye una mirada transversal, articulando la colaboración con quien es competente en el desarrollo industrial y la competitividad, con el sistema educativo reglado, o con los servicios sociales y de inclusión, que apuesta por la innovación y la evaluación. Y que tiene en el Pilar Europeo de Derechos Sociales una de sus principales fuentes de inspiración.
Una ley que, en relación con las personas jóvenes, encomienda a los poderes públicos garantizar la existencia de programas específicos para facilitar e impulsar su inserción laboral, promover la atracción y retención del talento, el emprendimiento juvenil y el autoempleo.
Y todo con el objetivo de que las personas que buscan empleo logren un empleo de calidad, que les permita desarrollar su proyecto vital en condiciones de dignidad, y para que el tejido económico de nuestro país encuentre personas preparadas y cualificadas, para responder a los retos de competitividad y a los desafíos de las transformaciones.
Un empleo de calidad que para las personas jóvenes significa empleo a tiempo completo, contratación indefinida, derechos de conciliación, salarios dignos... pero también asuntos relacionados con la flexibilidad horaria, el progreso profesional en el puesto, el teletrabajo siempre que sea posible por el tipo de ocupación, los retos por proyectos de empresa antes que tareas reiterativas o previsibles y los compromisos de la empresa con valores de sostenibilidad medioambiental, el valor social del servicio o producto de la empresa y el respeto por los derechos humanos.
Euskadi se enfrenta a un reto demográfico: en una década se producirán 500.000 oportunidades de empleo por reemplazo generacional. Atraer y retener talento joven es un desafío. El Departamento de Economía, Trabajo y Empleo y Lanbide pondrán a su disposición todas las herramientas disponibles para ello.
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