El 'Aita Mari' aguanta entre tormentas a que le asignen puerto

Cada día que pasa, la situación se complica a bordo del 'Aita Mari', que ya lleva cuatro días esperando un puerto donde atracar. Especialmente dura fue la noche del sábado al domingo en la embarcación gestionada por la ONG Salvamento Marítimo Humanitario. Dos fuertes tormentas con olas que oscilaban entre los dos y tres metros obligaron al barco a poner rumbo más al norte de Siracusa en el este Sicilia. El frío, la lluvia y el viento se unieron a la angustia que crece entre las 78 personas rescatadas -seis mujeres y once menores-, el pasado jueves.

Llevan cuatro días en el barco guipuzcoano y no llega el permiso por parte de las autoridades europeas para poder desembarcar a los náufragos procedentes de la costa de Libia. El único consentimiento que han recibido hasta el momento por parte de Italia ha sido la autorización para entrar, junto al otro barco que ha restacatado a migrantes, el catalán 'Open Arms', en aguas territoriales para reducir el impacto de la borrasca.

En el 'Aita Mari' se encuentra atendiendo a las personas rescatadas, cuyas condiciones físicas se van deteriorando día a día, la enfermera Izaskun Arriaran, que ayer calificaba la situación de «insostenible».

En el antiguo atunero la situación es muy complicada: las mujeres y los niños se cobijan en la bodega, pero los hombres están en la cubierta de popa y aunque el espacio está protegido por una lona, la humedad desgasta físicamente a los náufragos. El equipo sanitario a bordo se ha encargado de monitorizar a una mujer embarazada de 28 semanas y con un cuadro de depresión.

Desde la ONG señalan que «la situación no se puede prolongar en el tiempo» y que se está añadiendo «sufrimiento extra» a los náufragos, a quienes «les ampara el derecho internacional de desembarcar en el puerto seguro más cercano. En este caso, Italia o Malta».

Ayer por la tarde once de los rescatados por el barco 'Open Arms' fueron evacuados frente a las costas de Augusta en el este de Sicilia. Son, según explicó la ONG, niños acompañados de sus familias y de personas que se encuentran heridas -un chico presentaba disparos en una pierna- o tienen quemaduras por la mezcla de gasolina y agua del mar. El pasado jueves esta organización recogió a 73 migrantes -de los que 26 son menores de edad, de los que 24 viajan solos-, muchos de ellos con estrés postraumático.

Quienes tuvieron más suerte fueron los 213 migrantes que se encontraban a la deriva y fueron rescatados por el 'Ocean Viking', embarcación con bandera noruega de las ONG SOS Mediterranée y Médicos Sin fronteras. Ayer por la tarde pudieron desembarcar en el puerto siciliano de Messina, después de recibir el permiso de las autoridades italianas.