«Hasta el 20 de agosto, la temperatura estará por debajo de lo normal y la lluvia, algo por encima»
Margarita Martín, delegada de Aemet en el País Vasco reconoce que la intensidad del calor se está esfumando también antes de lo esperado
Margarita Martín, delegada de la Agencia Estatal de Meteorología en Euskadi, afirma que este año el verano se dejó sentir antes de lo normal, ... aunque reconoce que la intensidad del calor se está esfumando también antes de lo esperado. «Los días más calurosos del verano se dan entre el 25 de julio y el 10 de agosto. Esta vez no ha sido así. Todo lo contrario, ha llovido mucho y además ha hecho frío», afirma la meteoróloga. Martín precisa que para los próximos días se anuncia un predominio del viento del noroeste, «de manera que la temperatura va estar algo por debajo de lo normal y la precipitación, ligeramente por encima». De momento, no vislumbra ninguna entrada de una masa de aire africano como la que en julio permitió que se alcanzaran los 39 grados en Igeldo, máximo histórico desde 1928 en el emblemático observatorio guipuzcoano.
- Existe la sensación de que julio ha sido caluroso. ¿Los datos ratifican esta afirmación?
- Ha sido muy caluroso. Hemos tenido casi un grado y medio por encima de lo normal. No obstante, tampoco ha sido el más caluroso. Los hemos tenido más cálidos. Lo que pasa es que en julio se batió la efeméride de máxima absoluta anual en Igeldo desde 1928, con 39º. También se superó la marca de julio en Vitoria, con 38,7º, aunque en este caso los registros son desde 1973. En el centro donostiarra se sobrepasó en cuatro décimas la marca anterior que era del 4 de agosto de 2003, y en el de la capital alavesa, el valor máximo que había era de 38,4º.
- Hemos tenido dos golpes de calor, uno a primeros de mes y otro la semana pasada. A finales del junio se dio otro más. ¿No son demasiados?
- El de finales de junio solo puede considerarse como ola de calor en Álava. En este territorio duró cuatro días y en la costa, 36 horas. En Vitoria hubo récord de calor, con 39,7º. Fue el 29 de junio, pero hay que tener en cuenta que la serie de Foronda es corta en climatología. Tiene 46 años y como mínimo hay que observar series con seis décadas de antigüedad. Respecto a la entrada de la masa cálida del 4 de julio no la podemos considerar siquiera como golpe de calor. Duró un día. Y la última, la de finales de julio, sí puede estimarse como un golpe de calor en Gipuzkoa, pero no una ola. Para que un episodio de estos tenga la consideración de ola ha de tener una duración de tres días. La de 2003, por ejemplo, se mantuvo diez días. De cualquier manera, diría que estas entradas de calor africano no son excepcionales. Lo normal es que a lo largo del verano se produzcan de tres a cinco. Por tanto, para llegar a la media nos faltaría todavía una. Con los registros que hay, diría que ha habido dos olas de calor, ambas en Álava, por ninguna en la costa.
- Los 39 grados medidos en Igeldo han sido récord. ¿Se dio a alguna situación especial?
- Fue una subida muy breve en el tiempo. Duró escasamente dos horas. Se produjo un fenómeno que llamamos 'reventón cálido'. El microvórtice que se estaba aproximando, que en este caso estaba asociado a la galerna, llevaba un sector cálido y otro frío, igual que una gran borrasca. Este microvórtice empujó la masa de aire cálido a la costa guipuzcoana antes de la llegada de la galerna, lo que produjo el pico de temperatura. Así, el mercurio subió durante una hora, luego bajó y posteriormente saltó la galerna. La subida fue debido, por lo tanto, a factores locales. Si no, nos hubiésemos quedado en 37º.
- Fueron 39 grados en Igeldo, pero en otros puntos del territorio superaron la barrera de los 40º. ¿Cómo valora los registros? ¿Es normal?
- En julio sí. ¿Cómo no va a ser normal? Hondarribia, en la costa, tiene registrados 40,4 grados el 27 de julio de 1995. Por tanto, es normal que en el interior se superen incluso estos valores. Estamos en latitudes medias, no subpolares. Si consulto en la base de datos temperaturas superiores a 40 grados en julio en Gipuzkoa aparecen 35 registros en diferentes épocas: 42,6 grados en 1928, 42º en 1982... Lo que sucede es que la memoria climatológica es la más frágil de todas. Nadie recuerda nada.
- Las madrugadas han sido en algunos casos tropicales.
- En Igeldo solo ha habido dos, y en Hondarribia, cuatro. En ambos casos han sido en jornadas seguidas y durante la última entrada de calor, la de finales de julio. Las mínimas fueron superiores a 20 grados, aunque nunca llegaron a 21º. De todas formas, la definición de noche tropical ha ido variando en los últimos tiempos. Cuando yo estudié y accedí a meteorología, allá por los años 80, eran noches tropicales cuando se superaban los 24 grados. En el Mediterráneo, por ejemplo, madrugadas de veinte grados son prácticamente casi todas en verano. Y no están en el trópico.
- Este verano se ha dado, además, una peculiaridad. Después de la última entrada de calor en julio, se produjo una caída brutal de las temperaturas. Es como si hubiese llegado el otoño.
- Esto ha sido lo más llamativo de todo. El descenso de los 39 grados del día 23 a los 17,7º del día 27 no es habitual. Se produjo un desplome de 21 grados en cuatro días. Tras el paso de la última galerna, empezó a entrar una masa de aire cantábrica. Los termómetros fueron cayendo hasta dar efemérides de temperaturas mínimas. El día 31, en Vitoria se registraron 7,1º. Curiosamente, la mínima se dio el día de la festividad de San Ignacio que habitualmente suele ser la jornada más calurosa del año. En Gipuzkoa también se dieron valores bajos, de entre 9 y 10 grados de mínima.
- ¿Esto mismo había pasado anteriormente?
- En 1983, justo antes de las graves inundaciones del País Vasco, se produjo una situación similar. Entonces, al igual que ahora, la masa de aire africano que nos afectó a finales de julio se fue desplazando hacia Cataluña, este de Francia, Suiza y sur de Alemania, donde se superaron los 40 grados. Aunque no tiene por qué suceder lo mismo, hay que estar ojo avizor. Para nosotros es una señal de alerta.
- ¿Julio ha sido seco o las lluvias de los últimos días han paliado la escasez de precipitaciones?
- Julio no ha sido nada seco, pero hay que precisar que la mayor parte de la precipitación ha caído en los últimos días. En Igeldo se han recogido 148 litros por metro cuadrado. Es el noveno julio más lluvioso desde 1928. Del total de agua caída, 125 litros se midieron entre los días 25 y 31. En Hondarribia, se ha dado una situación similar. Se han totalizado 132 litros y es también el noveno julio mas lluvioso desde 1956. De ellos, 109 cayeron en los últimos días. En Bilbao se han recogido 64, de los que 57 se midieron del 25 a 31. En Foronda ha sucedido lo mismo: cayeron 54. De ellos, 40 se registraron en la última semana.
- ¿El año no está siendo un tanto escaso en precipitaciones?
- Está siendo más bien seco en Bizkaia y en Álava. En Gipuzkoa estamos justo en la normalidad.
- La temperatura del agua del mar ha bajado casi tres grados en esta última semana, de 24 a 21º.
- Es normal. La medición que efectuamos es superficial y guarda relación directa con el calor que hay en tierra porque la tomamos en la playa y a un metro de profundidad. La temperatura del mar es importante. Cuanto más elevada, la evaporación es también mayor y la cantidad de humedad que pasa del mar a la atmósfera es alta, de manera que la cantidad que puede precipitar es asimismo superior. Por eso se produjeron las importantes precipitaciones del pasado 27 julio.
- ¿Cómo calificaría lo que va de verano?
- Diría que hasta ahora hemos tenido un verano bastante bueno. Entró un poco antes de lo normal y la rebaja de energía calorífica se está produciendo también antes de lo esperado. Los días de más calor del verano se producen entre el 25 de julio y el 10 de agosto. Y este año no ha sido así. Durante este periodo ha llovido mucho y ha hecho frío. El verano se presentó un mes antes y los calores han tenido lugar desde finales de junio hasta el 23 de julio. Y el enfriamiento lo hemos notado también un mes antes.
- Quiere decir que lo mejor del verano ya ha pasado?
- No creo que ya se den temperaturas excesivas, al menos en las primeras dos decenas. Se darán valores propios del mes de agosto. El máximo de calor del verano ya lo hemos tenido. Lo que se espera para el resto del mes es bastante normalidad en cuanto a temperaturas y precipitación. La predicción para los próximos días indica que habrá pasos de sistemas frontales alternados con la cuña del anticiclón de Azores. En las dos primeras decenas va a dominar el viento del noroeste, de manera que la temperatura va estar algo por debajo de lo normal y la precipitación, ligeramente por encima. Y de momento no se vislumbra ninguna entrada de otra masa de aire africano.
«Si hay algo en este planeta que cambia, eso es el clima»
- Algunos afirman que las altas temperaturas, las intensas precipitaciones o los vaivenes meteorológicos son síntomas del cambio climático ¿Usted también?
- El clima siempre cambia. ¿Alguien recuerda que un día, una semana, un mes o un año sea igual que el anterior? Si hay algo que cambia, eso es el clima. Se usa esta expresión cuando realmente se quieren referir al calentamiento global.
- Ahora no se utiliza tanto la expresión 'cambio climático' sino 'crisis climática'.
- Los científicos hablamos solo de ciencia y la ciencia del clima es la Climatología, con un desarrollo lento aún, porque las investigaciones son muy difíciles de realizar más allá de 90 ó 100 años atrás. La escala climática no se adapta a la duración media de la vida humana. Es mucho más larga. Cientos y miles de años. Reconstruir el clima del pasado es imprescindible para entender el del presente y poder pronosticar el del futuro. Pero es muy difícil esa reconstrucción, porque se hace a partir de datos indirectos, ya que no hay medidas directas más allá de esos 90-100 años, en general. Y en muchas partes del planeta son mucho más recientes.
- Por lo tanto, ¿hay que seguir investigando?
- Falta muchísima investigación sobre el océano, verdadero regulador térmico del planeta, y sobre la química atmosférica y oceánica y su relación con la contaminación producida por los humanos. Faltan estudios de historia del clima, y del clima de la Prehistoria. No digamos sobre Paleoclimatología, aún más de difícil de conocer. De lo que no cabe duda es de que es recomendable respetar el ecosistema de donde vivimos. Es lo más aconsejable. Ninguna especie es ajena al ecosistema. Si éste fracasa, la especie se extingue y no somos una especie diferente. Compartimos el ecosistema con las demás especies. No somos conscientes de ello.
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