El aeropuerto pierde en julio al 88% de los usuarios que volaron hace un año
Tras dos meses inactivo, el primer mes con algo de actividad en el aeródromo guipuzcoano apenas registra el paso de 4.000 viajeros
El primer mes de actividad en el aeropuerto de Hondarribia tras la suspensión de vuelos durante el estado de alarma por el coronavirus deja patente ... el fuerte impacto que la pandemia tiene y va a seguir teniendo en el tráfico de viajeros de un aeropuerto que intenta sobrevivir una vez más.
Tras todos los obstáculos, técnicos y económicos, que ha ido salvando en los últimos años hasta batir récord de pasajeros en 2019, con 320.440, este año, ni se acercará a esas cifras. Solo en julio, la caída de viajeros respecto al mismo mes del pasado año ha sido de un 88%, uno de los más castigados de España. Apenas 3.939 viajeros despegaron o aterrizaron en Hondarribia el mes pasado, en las 233 operaciones que Iberia (Air Nostrum), con la conexión a Madrid, y Vueling, con la ruta a Barcelona, han operado, también con una reducción drástica de las conexiones. Un 64% menos de vuelos que el pasado año.
Las cifras publicadas ayer por Aena reflejan la importante incidencia en el tráfico aéreo de la crisis del coronavirus, y dejó patente las dificultades que Hondarribia va a tener para remontar el vuelo. La comparación solo de julio es preocupante. En 2019 pasaron por la terminal ese primer mes de verano 32.933 viajeros para volar en alguno de los 652 vuelos que se operaron.
El acumulado del año también ha caído en picado desde marzo, cuando a mediados de mes, con la declaración del estado de alarma se suspendieron todos los vuelos durante tres meses, hasta julio. Durante los primeros siete meses de este 2020, según datos de Aena, el número de viajeros en Hondarribia ha descendido un 70,3% respecto a 2019. Son 55.361 usuarios, cuando entre enero y julio del año pasado volaron 186.332 personas. En cuanto al tráfico de mercancías, en julio solo hubo 24 operaciones, un 82% menos que un año antes.
Las cifras de Loiu también son demoledoras, un 75% menos de viajeros, en casi 2.000 vuelos, apenas un 40% de los operados el verano anterior y con muchos de los destinos internacionales que tenía previstos suspendidos. También Hondarribia vio cómo se esfumaba el vuelo a Londres que había logrado atar para este verano, después de varios años sin destinos estivales. Solo las dos conexiones semanales con Palma y Málaga que a última hora, Iberia programó para este agosto pueden salvar un poco más este mes, cuyas cifras también distarán mucho de las de 2019. Y septiembre no pinta mejor, con la drástica reducción de conexiones a Madrid y Barcelona.
En el resto de aeropuertos, los datos tampoco son nada halagüeños. Sus 7 millones de pasajeros suponen un 76% menos de tráfico del registrado en julio del pasado año. La reducción de la movilidad y las restricciones de muchos países a la hora de viajar estas vacaciones, han hecho mella. Según datos de Enaire, el gestor estatal de navegación aérea, la reducción de tráfico aéreo fue del 63,1% respecto a julio de 2019. Desde los centros de control aéreo gestionaron 81.339 vuelos. En Europa, el tráfico se redujo también un 60%.
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