Los acusados de la muerte de Aintzane Pujana planeaban mudarse a otra comunidad
La pareja fue interceptada arrojando objetos al mar de madrugada en Getaria después de haber cometido el crimen
Los presuntos autores de la muerte de Aintzane Pujana ya se encuentran en prisión, después de que el pasado viernes la jueza instructora del caso ... les imputara como coautores de un delito de homicidio. Su detención se produjo tres días antes, pero la Ertzaintza les seguía la pista desde el primer momento. Eran los compañeros de piso de Aintzane y con el paso de los días las pruebas que les incriminaban como responsables del crimen eran cada vez más contundentes. Cuando los investigadores supieron que planeaban dejar Aizarnazabal y mudarse a otra comunidad, procedieron a detenerles.
El homicidio se habría cometido en la vivienda que la pareja, dos jóvenes de 23 y 24 años de Errenteria, compartía en la casa rural de Haizeaberri con Aintzane, a la que se había mudado a primeros de diciembre. Entre ellos surgió una fuerte discusión la noche del 1 de enero, que originó, señalan fuentes del departamento de Seguridad, que los acusados la acuchillasen hasta la muerte, al menos en seis ocasiones. Fuentes de la investigación afirman que esa disputa no está relacionada con el ámbito de las drogas.
Los investigados cogieron el cadáver de Aintzane y lo cargaron en su coche, para abandonarlo después apenas a 500 metros de la casa, en una zona de matorrales junto al río Urola en el barrio de Etxabe de Aizarnazabal. Después, se dirigieron a Getaria, con el objetivo de desprenderse de objetos personales y otras pruebas que pudieran relacionarles con el crimen. Una patrulla de seguridad ciudadana que circulaba por la carretera de la costa N-634 localizó el coche en un aparcadero junto al mar y a dos personas arrojando objetos hacia el agua. Los agentes procedieron a identificar ambos, ya que se encontraban de madrugada en la vía pública sin justificación, incumpliendo el toque de queda. En el maletero del coche hallaron asimismo un perro, que los investigadores descubrieron después que era de la víctima, gran amante de los animales.
Fuentes de la investigación policial afirman que no fue motivada por un asunto de drogas
discusión
Los investigadores, que pertenecen al Servicio de Investigación Criminal Territorial de la Ertzaintza en Gipuzkoa (SICTG), sospechan que entre los objetos que arrojaron al mar estaría el arma utilizada para acabar con la vida de Aintzane, un cuchillo cuya funda sí se ha encontrado. El varón detenido tiene varios expedientes policiales por portar armas blancas.
Limpieza a conciencia
Después, se dirigieron a Tolosa, donde compraron productos de limpieza como lejía y amoniaco en un supermercado para limpiar cualquier rastro de la víctima. En las cámaras de seguridad del establecimiento se ve a la pareja actuando con total normalidad, solo ocho horas después de haber abandonado el cadáver de Aintzane Pujana. Esa limpieza la realizaron de forma concienzuda, tanto en la vivienda como en su coche, ya que no fue sencillo para los agentes del equipo de inspecciones oculares de la Policía Científica encontrar restos biológicos de Aintzane. De hecho, la inspección de la casa se prolongó durante más de ocho horas, ya que los restos de sangre que finalmente sí lograron localizar no eran evidentes a la vista. Asimismo el coche también fue limpiado a fondo, aunque los agentes también encontraron sangre de la donostiarra en su interior.
Los acusados arrojaron al mar el arma homicida, un cuchillo, y otros objetos de la víctima
pruebas
Las sospechas de que la pareja podría ser la autora del crimen surgieron desde el primer momento, pero los investigadores no procedieron a arrestarles hasta contar con las pruebas suficientes para poder acusarles del homicidio. La Ertzaintza les tomó declaración al día siguiente de la aparición del cadáver, y estos señalaron que Aintzane se había marchado de casa la noche del 1 de enero y que no habían vuelto a saber de ella.
Los agentes hallaron el perro de Aintzane enel maletero del coche de los acusados
mascota
No obstante, cuando los investigadores comprobaron que ambos habían sido identificados dos días atrás de madrugada y arrojando objetos al mar, el cerco se estrechó sobre ellos. La policía rastreó la zona en la que fueron interceptados en Getaria, donde localizaron varios efectos de la víctima, entre ellos su tarjeta Mugi. Desde ese momento los agentes siguieron el rastro de la pareja y supieron que planeaban dejar Aizarnazabal y mudarse en dos o tres días a otra comunidad, por lo que, con la seguridad de que las pruebas extraídas de las inspecciones oculares eran contundentes para incriminarles, procedieron a su detención en el momento en que se dirigían a su casa.
El varón detenido no ha declarado ante la Ertzaintza en ningún momento, tampoco cuando se le interrogó en calidad de testigo en un primer momento, mientras que su pareja ha relatado en sede judicial que actuó coaccionada por él. La jueza les ha impuesto la prisión incondicional a ambos como coautores del homicidio, y permanecerán en régimen provisional hasta la celebración del juicio.
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