Hubo 'rajada' sobre Mourinho, pero a cuenta de Bertín Osborne

Los datos de audiencia demuestran que el de anoche era uno de los programas más esperados de 'En la tuya o en la mía'. Bertín Osborne entrevistó a Iker Casillas en Oporto con récord de cuota de pantalla -un 24,5%- y rozando el mejor registro del programa hasta la fecha con algo más de cuatro millones de espectadores. La anunciada aparición de Sara Carbonero, la promesa de tocar el tema Mourinho y la curiosidad por conocer la exclusiva vivienda de la pareja fueron un reclamo más que goloso. Y aunque todo eso se pudo ver, lo cierto es que fue Bertín quién se encendió por la polémica salida de Iker Casillas del Real Madrid.

El portero de la selección española quiso aclarar que su marcha del club merengue -«No soy galáctico, soy de Móstoles»- no fue culpa de Mourinho sino de una «situación viciada», en clara alusión a las críticas de una parte del madridismo. Además, recalcó que su salida fue la que quiso tener. Sí reconoció, sin embargo, que el origen de sus problemas con el técnico luso no fue deportiva, sino a consecuencia de que no quiso entrar en la guerra encarnizada que Mourinho pretendía librar con el Barça. Según Casillas, tras la bronca de los clásicos telefoneó a Xavi y Puyol no para «bajarse los pantalones, como se ha escrito», sino para tratar de templar los ánimos de cara a la Eurocopa. «Les dije que así nos íbamos a cargar el fútbol español». Asegura el cancerbero que, a pesar de las consecuencias que aquello acabó teniendo para su carrera, volvería a actuar de la misma manera. Entiende que no hizo sino comportarse como el capitán del Real Madrid y, también, de la selección española.

Salvo estas pinceladas, Iker Casillas fue comedido a la hora de valorar su relación con Mourinho y aceptó su suplencia con deportividad. No tan templado estuvo Bertín Osborne, quien definió la etapa del técnico luso al frente del Real Madrid como «catástrofe» e «incendio continuo». Asimismo, recordó el bochornoso momento en el que Mourinho metió el dedo en el ojo por la espalda a Tito Vilanova y, en referencia a todo lo que tuvo que sufrir en aquella época, le espetó a Iker: «¿Y no lo cogiste por el cuello?»

Fue uno de los momentos más comentados en las redes sociales, que ardieron cuando el cantante y el portero intentaron hacer huevos con patatas fritas. Iker Casillas es aún menos hábil en la cocina que Bertín Osborne, algo que dio pie a Sara Carbonero para asegurar que, a pesar del beso tras ganar el Mundial de Sudáfrica y de la pinta de yerno ideal del cancerbero, «no es perfecto».