Karlos Arguiñano: «Yo me hago 500 pajas al año»
El cocinero se mostró en 'El Hormiguero' tan natural y desinhibido como siempre
el diario vasco
Miércoles, 16 de septiembre 2015, 16:21
Que Karlos Arguiñano no tiene pelos en la lengua es de sobra conocido por todos aquellos que hayan visto alguno de sus programas en televisión, aunque sólo sea una vez. El cocinero guipuzcoano no tiene ningún problema en hablar de todo sin tapujos y olvidándose de la -ahora de moda- costumbre de ser políticamente correcto. De ahí que cuando el presentador del programa 'El hormiguero', Pablo Motos, le recordó esto, centrándose en el tema de la masturbación, al que Arguiñano ha recurrido bastantes veces en su programa, éste no se avergonzó ni eludió el asunto. "Yo me hago 500 pajas al año", reconoció el cocinero, que además aseguró que muchas veces recurre a esta frase en alguna de sus cenas, sólo para comprobar la estupefacción del resto de comensales: "Cuando digo esto, los 'tíos' se quedan callados. Digo yo que será porque no se hacen ninguna, o se hacen 1.500". El chef se mostró en el programa tan natural y desinhibido como siempre.
Y es que, para Arguiñano, se trata de algo tan "natural" como "comer sano", y que por eso no hay por qué escandalizarse ante este tema. "Me parece mal robar, pelearse, poner zancadillas, etc. Pero tocarte a ti mismo es lo más natural del mundo", concluyó.
'El Hormiguero' celebró sus diez años en antena con un programa especial que tuvo como protagonista al conocido cocinero y showman natural de Beasain, quien contó, asimismo, anécdotas como cuando quiso cruzar cerdas con jabalís. Además, regaló a las famosas hormigas 'Trancas' y 'Barrancas' un txakoli y brindó con ellas por el aniversario. Pablo Motos aseguró que Karlos Arguiñano es el cocinero que corta la cebolla más fina, y el chef realizó una pequeña demostración de su destreza con el cuchillo cortando una cebolla sin mirar. Con su inconfundible sentido del humor, lanzó frases curiosas como "por la boca entra la salud y la enfermedad".
Pablo Motos le elogió por su buen estado de físico y de salud ya que acaba de cumplir 66 años, aunque le censuró que tiene un poco de 'barriguita', sin embargo, Arguiñano le respondió que no era barriga sino "la raíz del nabo que es muy grande: vuanto más grande es el nabo más grande es la raíz".
Además de recordar con mucho humor cómo fueron sus despertares sexuales, señaló que en la escuela llegaban a rezar hasta en cuatro idiomas: esukera, castellano, francés y latín. Confesó que fue mal estudiante. "Siempre estaba castigado" , lamentó.
Pablo Motos y Karlos Arguiñano compitieron, asimismo, en un circuito con una ensaladera de espinacas en la cabeza, ganando el cocinero.