Borrar
Los capitanes del reconocido Relais de la Poste, trabajando en la cocina.
Gastronomía | Restaurantes

Relais de la Poste, chez Cousseau

Dan la bienvenida repetidas veces y te hacen hasta genuflexión, pero no hay por dónde cogerlo, frío, aparatoso, grotesco y gotelesco

Domingo, 28 de septiembre 2025, 07:37

Comenta

La culpa es mía por visitar ilusionado una vieja gloria, pues como ya sabrán, todavía mantengo intacta la ilusión por comer y beber en restoranes. ... Me paseo mentalmente por las casas que visitaré y consulto las cartas en el ordenador, imaginando los manjares que desfilarán ante mi barriga. Aún mantengo vivo el recuerdo de los Cousseau en los días de la UCD, cuando íbamos a comer foie gras a las uvas, en aquellos tiempo de Adolfo Suárez en los que Gracita Morales limpiaba la plata con Netol en sus películas. Pasaron cuarenta años y no había vuelto por Magescq, ¡ganas tenía!, pues muchos colegas consideran el Relais un santuario al que ir en peregrinación. Para gustos, los colores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

diariovasco Relais de la Poste, chez Cousseau

Relais de la Poste, chez Cousseau