Los alumnos del Basque Culinary Center recrean los platos de los hermanos Torres
Aprendizaje ·
El televisivo cocinero Sergio Torres fue el guía de los alumnos del Basque Culinary Center en una cena en la que tuvieron que recrear algunos de sus platosTensión, nervios, ilusión, y sobre todo, mucho talento. Los alumnos del Basque Culinary Center vivieron este jueves una cita «inolvidable». No era para menos. ... Tenían la responsabilidad de elaborar un menú con algunas de las mejores creaciones de los hermanos Torres, los afamados cocineros televisivos. Además, Sergio, uno de ellos, estuvo presente para guiarles y ver cómo se defendían entre fogones. Todo ello para ofrecer una cena de alta cocina a unos comensales que les valoraron y ante la atenta mirada de sus profesores.
Sergio Torres visitó Donostia como parte de la asignatura 'cocinando con chefs', que cursan los estudiantes de segundo grado del Basque Culinary Center y en la que tienen que tratar de replicar la experiencia que siente un comensal en un restaurante de alta cocina. Desde el menú, hasta la distribución de la sala o el trato en la mesa, entre otras cosas. En esta ocasión la inspiración fue la Cocina Hermanos Torres. «Cuando nos lo dijeron nos asustamos un poco. No todos los días haces platos de un tres estrellas Michelin», reconoció Begoña Basagoiti, una de las alumnas.
Los nervios eran notables. Las caras de los alumnos lo decían todo. El único que mostraba calma y trataba de compartirla con el resto del grupo era Sergio. «Es momento de experimentar, de soltarse», apuntaba. De ahí que el chef diera la menor información sobre las elaboraciones a los estudiantes. «Cualquier persona joven puede tener una idea brillante. No queremos que copien la receta. Hay que dejarles que piensen, que fluyan».
La simpatía y la calma de los hermanos Torres ha sido una de sus señas de identidad en televisión, y este jueves el chef quiso hacer de la cocina un espacio donde los jóvenes pudieran sentirse a gusto. «El resultado no es tan importante. No se puede esperar que recreen un menú como el nuestro a la perfección. Tienen que hacer uno acorde a su nivel y a su momento», dijo.
Una cena para nota
El respaldo de Sergio tranquilizó a los alumnos en la elaboración de los platos, aunque no todos iban a ser tan permisivos como él. Al otro lado de la puerta, en el comedor, esperaban 30 comensales que se animaron a participar en esta cena, valorada en 78 euros. No solo iban a disfrutar de un menú compuesto por ocho pases, un postre y maridaje. También hicieron de jurado.Tras la prueba, los profesores les entregaron una hoja en la que tenían que valorar el servicio, la atención en sala, la cena y otros aspectos de la experiencia.
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