Dulces sin gluten: Irrika Gluten Free Bakery hace las delicias de todo el mundo

Hace cuatro años Ainara Abasolo decidió dar un vuelco en su trayectoria profesional. Regentaba un restaurante familiar en el que trataba de cocinar productos de cercanía «muy ligados al mundo macrobiótico», explica. De un día para otro tuvo que dar otro giro de tuerca después de que a su hijo Oihan le detectaran celiaquía y «empezamos a dar comidas para celiacos», cuenta.

Pero en enero del año pasado su madre se jubiló y cerraron el restaurante, por lo que centró sus esfuerzos en fundar Irrika Gluten Free Bakery, un obrador sin gluten con el objetivo de adaptar recetas para personas celiacas. Y así empezó a adaptar fórmulas tradicionales de repostería para que las personas con celiaquía también pudieran disfrutar del dulce. «Empezamos poco a poco con algunos postres», remarca Abasolo que vende sus productos en establecimientos de San Sebastián, Arrasate, Zarautz, Zumaia, Azpeitia, Eibar, Durango o Málaga.

Dulces como el donuts de boniato o de calabaza son los que más éxito tienen en Irrika Gluten Free Bakery, que además de elaborar recetas sin gluten tampoco «utilizo apenas azúcar», explica Abasolo. Entonces, ¿cómo consigue que las elaboraciones sean dulces? «Adapto las recetas. Utilizo pasas, cremas de calabaza o compota de manzana», señala esta repostera que tampoco cocina con lácteos.

Este cambio profesional también ha tenido sus consecuencias en el plano personal. Y es que la detección de la celiaquía a su hijo Oihan resultó clave. Tras el diagnóstico del niño, también a ella le detectaron la celiaquía. «Se ha pasado toda la vida con problemas estomacales. Nos decían que era gastroenteritis pero llegó un momento que empezó a tener problemas de corazón», relata ahora con la tranquilidad de saber qué es lo que le ocurría a su hijo.

«No le detectaban nada. No sabíamos lo que le pasaba. Incluso pasamos una etapa en el hospital», explica la responsable de Irrika Gluten Free Bakery. «Hasta que un día decidimos acudir a un especialista en el aparato digestivo. Entonces tuvieron que someter a Oihan a una analítica, a mí también me la hicieron y dimos positivo. Cuando le quitaron el gluten recuperó las ganas de vivir», recuerda.

Pero con el objetivo de confirmar el diagnóstico, y antes de someterle a una gastroscopia, tuvieron que dar su hijo de nuevo alimentos con gluten. «Le volvieron grandes dolores de estómago», comenta antes de recordar que en aquella etapa lo peor fue que Oihan tuvo de nuevo «miedo a comer». Fue el detonante final. «A Oihan le diagnosticaron celiaquía y desde que comenzó con una dieta sin gluten han desaparecido las taquicardias».