¿Buscas la receta de la croqueta caseras perfecta? Sigue estos trucos
Celebramos el Día Internacional de la Croqueta ofreciendo algunos consejos para lograr el éxito en la elaboración de este frito
dv
Jueves, 13 de enero 2022, 06:52
La de las croquetas es una de las recetas más alabada de nuestra gastronomía, así como el frito y el pintxo por excelencia en nuestros bares y restaurantes. Tal es su importancia que cuentan con su propio Día Internacional, que se celebra cada 16 de enero.
Para no dejar pasar este día, y a sabiendas que hay muchos 'croqueteros', vamos a tratar de dilucidar cómo lograr la croqueta perfecta, explicando y dando diversos secretos y trucos a implementar en la elaboración de la receta. Un proceso que básicamente se divide en dos pasos clave: la preparación de la bechamel y freír las croquetas.
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Partiendo desde el comienzo, gran parte del éxito radica en la masa, es decir, en la elaboración de la bechamel, que deberá tener una textura cremosa, ni líquida ni pastosa, y con todos los ingredientes bien integrados y sin grumos.
Harina, leche y mantequilla serán los productos que vamos a necesitar y, además de la recomendación de que sean de buena calidad, es importante que la harina esté tamizada, que la leche sea entera -no semi ni desnatada- y utilizar mantequilla pura, sin sustituirla por derivados ni aceites. Además, hay quien incorpor a la masa otros ingredientes para añadir sabor como cebolla, caldo, o infusionar un poco de jamón en la leche… ¡a tu gusto!
En el proceso de elaboración de la bechamel, las voces expertas indican que es fundamental no dejar de remover, así como ir integrando los ingredientes poco a poco.
Otro de los consejos fundamentales es dejar reposar la masa una vez esté en su punto, durante al menos media hora en la nevera; y también dejar reposar las croquetas antes de freírlas, pero no nos adelantemos.
La ley no escrita indica que el tamaño de croqueta idóneo es aquel que permite comerla en dos bocados
Una vez tengamos preparada la bechamel, toca darles formas a nuestras croquetas y existe esa ley no escrita que dice que el tamaño de croqueta idóneo es aquel que permite comerla en dos bocados. Además, es un buen tamaño si queremos congelarlas, para lo que tampoco conviene que sean ni demasiado grandes ni pequeñas.
¡A rebozar y freír!
Llega la hora de la verdad, la de cocinar las croquetas y para eso, resulta fundamental contar con una freidora o una sartén con abundante aceite y, por supuesto, que este esté muy caliente. Pero antes de echarlas a freír, es importante rebozar correctamente y a conciencia las croquetas, y ello consiste en tres pasos o capas: una primera de harina o pan rallado fino, una segunda de huevo (batido) y la última, de pan rallado grueso o el panko que tan de moda está últimamente.
Cuando el aceite esté suficientemente caliente es importante que este se mantenga a temperatura constante, sin grandes cambios, por lo que pondremos las croquetas a freír de pocas en pocas. Estas han de quedar completamente sumergidas y cuando comiencen a dorarse, retiraremos a un recipiente con papel absorbente. Eso siempre y cuando se vayan a consumir de seguido, porque si van a tardar en comerse, sería necesario dejarlas escurrir sobre un colador o utensilio que no retenga la grasa de la croqueta.