Elecciones forales en Navarra

UPN pide a Sánchez que aclare antes del 23-J si el PSN va a pactar con Bildu

Los resultados del domingo le han dejado a Chivite el camino libre para repetir una nueva legislatura con el respaldo, como en 2019, de Geroa Bai (Zabaltzen y PNV) y la izquierda aglutinada en Contigo Navarra. «Nos disponemos a liderar un nuevo Gobierno progresista con nuestros actuales socios pero claramente con más fuerza del Partido Socialista», dijo Chivite tras conocerse los resultados provisionales.

El respaldo parece garantizado y las prisas por llegar a un acuerdo también, sobre todo después de la nueva convocatoria electoral. Los partidos que apoyan al gobierno foral no quieren que la descarnada pugna que se avecina interfiera en las negociaciones. La cabeza de lista de Geroa Bai, Uxue Barkos, hizo ayer un llamamiento a PSN, EH Bildu y Contigo Navarra a llegar a acuerdos para la formación de gobiernos progresistas antes del inicio de la campaña electoral. Barkos reclamó a los socialistas que se pronuncien sobre su compromiso con los gobiernos progresistas y advirtió de que «cualquier otra decisión por parte del PSN en sentido contrario contará con la oposición frontal de Geroa Bai». La candidata de Contigo Navarra, Begoña Alfaro, también se ha expresado en el mismo sentido al apostar por reeditar «el Gobierno progresista».

Estos apoyos permitirán a Chivite obtener la presidencia en segunda votación, cuando solo hace falta mayoría simple, siempre y cuando EH Bildu, que sale fortalecida de las elecciones al pasar de siete a nueve escaños y situarse como tercera fuerza política en Navarra, facilite la investidura al menos con su abstención.

Aquel respaldo fue gratis, pero puede que en esta ocasión no suceda lo mismo. Chivite ha insistido durante la campaña en que no incluirá a EH Bildu en su gobierno y en que tampoco negociará con ellos el programa de legislatura. Sin embargo, la candidata abertzale, Lara Aznal, insiste en que «aquella fuerza progresista que más votos tenga es a la que le corresponde gobernar en todas las instituciones y en todos los ayuntamientos». Esto significa, recalcó el domingo, que en Pamplona el cabeza de lista de su formación, Joseba Asiron, «tendrá que ser el alcalde». Y para ello necesitará el apoyo de los socialistas. Con las elecciones generales a la vuelta de la esquina, un acuerdo de este tipo sería una nefasta carta de presentación para el PSOE en el resto de España.

El presidente de UPN, Javier Esparza, reclamó este lunes a Pedro Sánchez que «aclare antes del 23 de julio si va a permitir a Chivite volver a ser presidenta con Bildu». En una rueda de prensa en la que habló en clave estatal, señaló que «los pactos con EH Bildu son los responsables del descalabro de Pedro Sánchez, porque muchos españoles no han perdonado esos acuerdos».

Tras la reunión que mantuvo de este lunes la Ejecutiva Regional del PSN, su secretario de Organización, Ramón Alzórriz, pidió a Esparza que si quiere anular a EH Bildu «se abstenga UPN en la votación de investidura». El dirigente socialista señaló que los resultados electorales «han consolidado la fortaleza del gobierno de coalición», y aseguró que el PSN quiere formar «gobiernos progresistas en los ayuntamientos con los grupos que sustentan al Gobierno».