Sánchez elude a EH Bildu y fija su relato
El presidente arropa en Vitoria a la candidata socialista a la alcaldía y marca perfil social frente a la presión electoral de Feijóo, que le insta a que actúe ante la Abogacía del Estado
Pedro Sánchez marcó este lunes un punto de inflexión en su visita a Vitoria. Pretendía insuflar ánimos a la candidata socialista a la alcaldía. La batalla por la capital de Álava se presenta muy reñida, con los pronósticos abiertos en canal. Beatriz Artolazabal, del PNV, ha encabezado hasta ahora las quinielas, con Rocío Bitero, de EH Bildu, colocada muy de cerca, y los socialistas, con Maider Etxebarria, como cartel, en tercera posición, pero próxima a las anteriores. Una contienda en la que la presencia del presidente del Gobierno se antoja determinante para inclinar la balanza. El PSE ve muy factible la victoria en la capital de Euskadi.
La visita fue todo un aviso a navegantes. Moncloa quería lanzar un mensaje de firmeza al acusar al PP de utilizar a ETA para desgastar permanentemente y con irresponsabilidad al Gobierno como si fuera el eterno comodín. El mitin de ayer fue una reivindicación del trabajo realizado por los socialistas vascos y de su labor en las instituciones. Y del fin de ETA «porque el terrorismo fue derrotado por la democracia española hace doce años». Pedro Sánchez necesitaba soltar lastre frente a la presión del PP, que ha construido todo un discurso frontal de oposición a raíz de la polémica de la presencia de expresos de ETA en las listas de EH Bildu. El mismo Alberto Núñez Feijóo instó ayer en Bilbao a Sánchez a que active a la Fiscalía y la Abogacía del Estado para actuar a través de la Ley de Partidos y la Ley de Régimen Electoral con el objetivo de impedir que Bildu lleve «asesinos» en sus listas. Silencio por respuesta.
Maddalen Iriarte elude el debate sobre las listas de EH Bildu que ha irrumpido en campaña
El mensaje del PP en una cuestión tan sensible comienza a hacer mella en ciertos ámbitos. Basta ver la reacción del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Pero Sánchez se fijó ayer en su relato y obvió por completo la estrategia de su adversario. Él fue exclusivamente con su libro. El presidente, consciente del flanco vulnerable, apostó ayer por tirar por elevación y colocó su discurso sobre el eje de los avances sociales y los buenos datos económicos frente al «catastrofismo» del PP y el peligro de «retroceder una década». Y realizó dos anuncios nuevos: la eliminación del plazo de tres años para renovar el carné de conducir a los que han sido pacientes de oncología y la reducción de 15 a cinco años el período de cotización para aquellas personas con elevada discapacidad, del 45% o más, para acceder a las pensiones anticipadas. «Lo mío son hechos, no son anuncios», remachó en Vitoria. El marco era de gestión. La ausencia total a las alusiones a EH Bildu sorprendía incluso porque es verdad que la decisión de la formación independentista de incluir a estos expresos de ETA ha escocido, y mucho, dentro del PSOE.
Otro factor que ha emergido es el resquemor que las declaraciones de algunos barones territoriales del PSOE han generado en sus compañeros vascos. Un ejemplo es el enorme enfado que tiene Rafi Romero, dirigente del PSE y diputada foral de Movilidad de Gipuzkoa. Lo decía ayer en Twitter. «Acreditada está la paciencia de Sánchez con García-Page y aguantar ataques injustificados al Gobierno de España liderado por el PSOE. Pero creo que enredar con la violencia de ETA y usar el dolor de las víctimas, muchas de ellas socialistas vascos, no ea admisible. Para que conste». La reacción de Romero es sintomática.
EH Bildu intenta un golpe de efecto con el anuncio del respaldo de Gemma Zabaleta
Pero si la polémica por las listas está removiendo las cosas, más de lo previsto, lo cierto es que una fotografía de ayer también hace saltar bastantes fusibles en la campaña. La exconsejera socialista Gemma Zabaleta se sumó ayer a la campaña a favor de Maddalen Iriarte, de EH Bildu, como candidata a diputada general de Gipuzkoa. Hay imágenes que resultan contundentes y esta es una de ellas. Porque la exconsejera de Políticas Sociales ha sido una referencia en la izquierda vasca, que en su día midió fuerzas y perdió al frente de la corriente del 'Nuevo socialismo vasco'. Ahora estamos en otro contexto, 12 años después del fin de ETA.
Miremos por el retrovisor un momento para tomar perspectiva. En 2003, Gemma Zabaleta escribía junto con su entonces compañero de partido Denis Itxaso un libro sobre la necesidad de abrir los puentes de incomunicación que bloqueaban la política vasca, con una violencia que lo pervertía todo. Se titulaba 'Con mano izquierda', y pretendía una mayor apertura del socialismo vasco para abordar soluciones frente al 'colapso vasco' que no pasaran por los frentes identitarios. Itxaso ha aparecido en los últimos días en algunas pintadas amenazantes junto a Patxi López o al fallecido Ares. El contraste entre la posición del delegado del Gobierno con el de la exconsejera es una gran paradoja en esta Euskadi del 'día después' del terrorismo, con algunas actitudes inadmisibles que aún parecen sacadas del peor baúl de la historia.