Elecciones municpales y forales
El EBB estima que con el PSE se posibilitará un «entramado institucional vasco sólido»El máximo órgano de dirección del PNV ha decidido este lunes iniciar los contactos con los socialistas para reeditar los pactos en diputaciones y ayuntamientos
El PNV no quiere perder tiempo ni dar lugar a cábalas. El EBB, su máximo órgano de dirección, ha decidido este lunes entablar contactos con el PSE para reeditar los pactos que mantienen en el Gobierno Vasco, y en las diputaciones y los ayuntamientos hasta que finalizó la legislatura. El objetivo, según ha difundido el EBB por la tarde mediante una nota de prensa, es «constituir en tiempo y forma un entramado institucional vasco sólido, estable y eficaz».
El PNV tiene prisa por cerrar estos acuerdos también por el hecho de que el adelanto de las elecciones generales provoca que el partido deba acelerar los trámites internos para la confección de las listas para esos comicios a celebrar el 23 de junio. En resumen, se trata de ir despejando el camino en el escenario más cercano para afrontar con menos problemas el horizonte de las generales.
En la reunión de también tocaba evaluar los resultados del pasado domingo. Fue una primera aproximación, porque el análisis más profundo tendrá lugar en la Asamblea Nacional Extraordinaria que tendrá lugar el próximo 10 de junio.
La cúpula del PNV se reunió , como todos los lunes, pero en esta ocasión con un orden del día marcado por los malos resultados de las elecciones forales y municipales. Hoy tocará efectuar la misma reflexión en el GBB.
Ambos órganos se ven obligados a evaluar si los malos resultados, en parte provocados por una abstención del 40%, se deben a una desafección coyuntural de sus simpatizantes o si obedece a una razón más de fondo. No cabe duda de que los problemas en Osakidetza, el tráfico en Donostia o el enfado por el nuevo sistema de matriculación en los centros escolares han podido provocar una huida de las urnas o un voto de castigo. Pero, además, quizá comienza a atisbarse un cambio de ciclo en el que EH Bildu supere al PNV como primera fuerza, al menos en Gipuzkoa.
El domingo por la noche, con la confirmación de los malos resultados, tanto el presidente del EBB, Andoni Ortuzar como el del GBB, Joseba Egibar, reconocieron sin paños calientes que el batacazo había sido de aúpa frente a una EH Bildu imparable, sobre todo en Gipuzkoa.
Escenario complejo
Y es que los jeltzales se enfrentan a un panorama complicado. En Gipuzkoa la derrota no admite paliativos. Recuerda la de 2011, cuando ganó EH Bildu y Martin Garitano fue nombrado diputado general porque el PNV no quiso cortarle el paso pactando con el PSE. En esta ocasión parece que no ocurrirá lo mismo. Egibar ya ha anunciado que Eider Mendoza se presentará a la investidura. Es decir, plantará batalla y con bastantes visos de ser nombrada diputada general con los votos del PSE, a los que habría que sumar los del PP o Podemos.
En consecuencia, los jeltzales se verán abocados en los próximos días a tejer alianzas amplias, después de ocho años gobernando en la Diputación con un cómodo bipartito PNV-PSE. Quizá la fórmula para la siguiente legislatura pase por repetir el Ejecutivo de coalición, esta vez en minoría, recurriendo a los votos del PP, que ya se ha mostrado proclive a dar su apoyo, o de Podemos, en función de las necesidades.
El boquete en las Juntas podría ser taponado con cierta facilidad, pero no el provocado en los ayuntamientos. Una somera evaluación de daños indica que el PNV solo gana en nueve municipios, cuando en 2019 fueron quince. EH Bildu le arrebata el primer puesto en plazas fuertes como Arrasate y Tolosa. Los jeltzales estuvieron además a punto de perder Donostia, pero Eneko Goia salvó los muebles por apenas 1.000 votos de ventaja sobre Juan Karlos Izagirre.
Con estos resultados en la mano, Egibar admitió el mismo domingo por la noche que «algo no ha hecho bien su partido. La abstención ha sido la gran vencedora en nuestro territorio».
Si en Gipuzkoa el batacazo ha sido sonoro, no lo es menos en Araba. El PNV fue ampliamente superado en Vitoria por EH Bildu. Los jeltzales se dejaron casi 7.000 votos respecto a 2019 y, aunque solo han perdido un edil, bajan al cuarto puesto, por detrás del PP. La candidatura de la exconsejera Beatriz Artolazabal ha quedado eclipsada por el triunfo de Rocío Vitero, que ha colocado a EH Bildu en primera posición. La coalición independentista ha pasado de seis a siete concejales.
En las Juntas Generales de Araba el estropicio no ha sido tan grave. El PNV ha vencido en los comicios, aunque pierde dos procuradores, mientras que EH Bildu gana dos y se mantiene en segunda posición.
A tenor de los resultados, la suma de PNV y PSE no logra mayoría absoluta ni en Vitoria ni en la Diputación, así que necesitarán de un tercer grupo para la investidura de Beatriz Artolazabal como alcaldesa y de Ramiro González al frente de la Diputación. Ese tercer partido, como en Gipuzkoa, lo más probable es que sea el PP.
Aburto repite
Bizkaia sigue dando alegrías al PNV, pero esta vez un tanto deslucidas. Los jeltzales mantienen la primacía en el Ayuntamiento de Bilbao y en las Juntas Generales, aunque en ambos casos pierden votos respecto a 2019. No obstante, Juan Mari Aburto afrontará su tercera legislatura como alcalde, con doce concejales, frente a seis de la segunda fuerza, EH Bildu. En la Cámara territorial el PNV ha conseguido 23 procuradores. Si llega a un más que probable acuerdo con el PSE, Bizkaia tendrá al frente de la Diputación a Elixabete Etxanobe.
Estas luces y sombras llevaron al presidente del EBB, Andoni Ortuzar, a calificar los resultados como «agridulces» y como un «claro aviso de cara al futuro». Unas declaraciones que indican que las alarmas se han encendido en Sabin Etxea.