La hipoteca fija llega a niveles récord en Euskadi con un mercado al rojo vivo
Seis de cada diez vascos optan por esta modalidad, que crece un 13,6%, mientras los préstamos se disparan un 28,5%
Gonzalo Ruiz
Bilbao
Domingo, 27 de julio 2025, 02:00
El mercado hipotecario vasco ha cerrado los primeros meses del año en plena efervescencia, al haberse constituido 10.571 nuevas hipotecas, es decir, un ... aumento del 28% respecto al mismo periodo del ejercicio precedente. Un incremento de gran calado que responde a varios factores. En primera instancia, las siete bajadas de tipos consecutivas que ha ejecutado el BCE –aunque el jueves dejó el precio del dinero en el 2%, sin cambios por primera vez en un año e iniciando un nuevo ciclo– han animado a los bancos a mejorar sus ofertas hipotecarias, tras dos años de tipos relativamente altos. Y en segundo lugar, la gran demanda de vivienda existente en Euskadi (más de 100.000 personas apuntadas en Etxebide) está teniendo un mayor peso en la balanza del que ejerce la subida de precios, que continúan su escalada hacia los mayores precios de su historia –en 2024 crecieron un 8,5%–.
Y en este contexto, los datos están sacando a la luz una tendencia que hasta ahora no se había dado en Euskadi, y es que los vascos están virando hacia el tipo fijo como su opción hipotecaria favorita. Según el Colegio de Registradores de la Propiedad de España, el 61,7% de las pólizas firmadas en Euskadi en el primer trimestre (últimos datos disponibles por comunidades autónomas) se firmaron a tipo invariable. Por poner este dato en contexto, en el mismo periodo de hace tan solo un año este porcentaje alcanzó tan solo el 48,1%, un rango más común en una comunidad como el País Vasco en la que tradicionalmente la modalidad ligada al euríbor ha reinado como elección predilecta entre los préstamos.
AUMENTO DE CAPITAL
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1.740 millones es el capital que han prestado las entidades hasta mayo, es decir, un 38,8% más que en el mismo periodo de 2024
«Hace años, las variables representaban el 80% de las hipotecas que se firmaban en Euskadi», sostiene José Manuel González Robles, presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Bizkaia (COAPI). Por ejemplo, el porcentaje de variables en 2020 fue del 59,2% y en 2018 llegó al 78,8%. Un fenómeno que se debe a que en el territorio históricamente ha existido una menor aversión al riesgo asociado a las hipotecas variables dado que existe una mayor confianza en la estabilidad económica de la región, con un desempleo más bajo y un PIB per cápita más alto. Con todo, en palabras del presidente de COAPI, el trasvase está teniendo lugar porque «a raíz de la subida del euríbor a partir de 2022, la banca quiere tranquilizar a la gente y ofrecer un tipo fijo o incluso mixto». En este sentido, cabe destacar que entre 2015 y 2022, el índice hipotecario navegó en números negativos, y en 2022 despuntó hasta casi el 4% debido a la guerra en Ucrania, lo que encareció miles y miles de hipotecas variables de una manera repentina.
Teniendo en cuenta esto, y ante las previsiones de que al BCE no le queda apenas margen para seguir acometiendo tijeretazos adicionales a los tipos, la banca ha optado por librar la guerra hipotecaria en el terreno fijo. El consenso general de los expertos, incluido González Robles, es que el euríbor –cuya media mensual se sitúa en el 2,07%– seguirá con su tendencia bajista durante los próximos meses, lo que a todas luces abaratará las cuotas fijas de los créditos hipotecarios. Todo ello, además, en un momento en el que el cliente prefiere optar por la estabilidad que le brinda afrontar una cuota invariable mes a mes y guardarse las espaldas en un entorno macroeconómico incierto, acentuado por los conflictos bélicos que están teniendo lugar en Oriente Próximo y Ucrania y sobre todo por la agresiva política proteccionista impuesta por Estados Unidos tras la vuelta del presidente Donald Trump al Despacho Oval.
Impacto en la banca
Por el momento, este viraje de los vascos hacia la modalidad fija se trata de un fenómeno que se está haciendo notar entre las principales entidades financieras que otorgan hipotecas en Euskadi. Quizás no tanto en Caixabank, donde la oferta lleva varios años basándose principalmente en la modalidad invariable. Según fuentes del banco, las hipotecas fijas han supuesto alrededor de un 95% de todas las pólizas firmadas en estos seis primeros meses, al ser «la oferta más conveniente para particulares por su sencillez, transparencia y protección ante subidas de tipos». Mientras tanto, las variables siguen manteniéndose en un plano residual. Asimismo, el capital que han prestado hasta mayo ha aumentado un 40% hasta los 321 millones.
En Kutxabank, que lideran el mercado hipotecario en Euskadi con cerca del 40% de cuota, también han notado un crecimiento notable, ya que en el primer semestre han registrado un incremento del 42% respecto a la financiación de nueva vivienda. También destacan que se han involucrado en la línea de avales que prepara el Gobierno Vasco para financiar el 100% de la vivienda a los jóvenes menores de 40 en vez de el 80%, que se abrirá en otoño para favorecer la emancipación entre un colectivo que «aun siendo solvente, no ha generado ahorro suficiente para la entrada de la vivienda», destacan desde la entidad presidida por Anton Arriola.
En un banco en el que sí que han notado el cambio de la variable a la fija es en Laboral Kutxa. Dentro de que las hipotecas «están creciendo de forma extraordinaria tanto en número como en volumen» (el capital prestado hasta mayo por los bancos en Euskadi ha aumentado en un 38,8% hasta los 1.740 millones) también lo están haciendo las invariables, afirma una fuente de la entidad. Según sus datos, la distribución de las pólizas durante este primer semestre «ha cambiado bastante», sostiene, ya que el 61,7% de las constituidas en su caso han sido fijas.
Y al igual que Kutxabank, desde el área hipotecaria de la cooperativa de crédito explican que en breve tienen intención de firmar el convenio con el Instituto Vasco de Finanzas en aras de otorgar préstamos a jóvenes. Afirman que uno de los factores que más dificultan el acceso al crédito hipotecario es «la capacidad de tener ahorrado el 20%-30% del coste de la vivienda». Además, añaden que en el caso de muchos jóvenes que viven de alquiler, «les es imposible ahorrar para pasar en un futuro a tener la vivienda en propiedad a través de una hipoteca».
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