Así te la puede jugar tu banco si usas una tarjeta de crédito para pagar tus compras
El Banco de España advierte que hay entidades que unilateralmente modifican al alza los límites de seguridad de las tarjetas
El Banco de España lo tiene claro: ninguna entidad debería modificar por su propia cuenta y riesgo los límites de las tarjetas de crédito, es decir, el límite que marca el titular de una tarjeta para evitar gastos excesivos a lo largo de un día. Si lo hiciera, no sólo estaría atentando contra las buenas prácticas bancarias sino que podría poner en riesgo los ahorros del consumidor ante cualquier uso fraudulento o injerencia ajena.
El de las tarjetas de débito y crédito es uno de los métodos de pago más populares a la hora de realizar cualquier tipo de compra en un comercio. Su uso resulta de lo más práctico y rápido, ya que el consumidor únicamente ha de introducir o acercar la tarjeta a un datáfono e incluir, en caso necesario, el correspondiente PIN de seguridad. Por no hablar del pago vía internet, donde en cualquier página web segura (y fiable) basta con introducir la numeración, la caducidad de la misma y el código CVC o CVV. Esta sencillez extrema en las compras no está reñida con la seguridad, pero… nunca está de más que la propia tarjeta tenga un límite, en previsión de hipotéticos usos fraudulentos por un tercero.
Es por ello que todas las tarjetas de débito y crédito cuentan con un límite máximo de efectivo disponible, algo poco conocido por muchos titulares. Este límite de disponibilidad tiene una periodicidad habitualmente diaria y sirve para «delimitar la responsabilidad de cada una de las partes en caso de uso no autorizado de la tarjeta», tal y como afirma el organismo regulador. En estos casos, este tope opera como un límite de seguridad.
Riesgos y malas prácticas de algunos bancos
Eso sí, el Banco de España alerta de que algunas entidades bancarias se saltan las buenas prácticas al modificar unilateralmente los límites de disposición de las tarjetas. Es por ello que recuerda que en estos casos el usuario debe ejercer su derecho a ser compensado. «Si al realizar un pago se supera dicho límite de disposición, la entidad emisora de la tarjeta debería asumir no solo la cantidad que exceda del límite, sino el importe total de la operación en la que se excedió ese límite y de las operaciones que pudiera haber posteriormente, porque si la entidad no hubiera modificado al alza el límite esas operaciones no se habrían producido», afirma el organismo regulador.
Otra cuestión bien diferente es que sea el propio titular de una tarjeta de débito o crédito quien opte por cambiar al alza el límite de disposición. Al respecto, el Banco de España considera como una buena práctica «que esta operativa se realice mediante autenticación reforzada, al igual que se exige en las operaciones de pago».