Statkraft continuará con su parque eólico en Gipuzkoa al recibir el aval del Gobierno Vasco y EH Bildu
PROYECTO DE PIASPE ·
La empresa noruega da por superado el test de la tensa asamblea vecinal de Azpeitia y se siente «arropada» por las institucionesLa asamblea vecinal abierta del martes en Azpeitia era un test importante para el proyecto de Statkraft de dos nuevos parques eólicos en Gipuzkoa ... y la empresa pública noruega da el examen por aprobado pese a los momentos de tensión vividos con algunos vecinos opositores. «Objetivo cumplido», resumen fuentes autorizadas de la multinacional, que confirman que el proyecto sigue adelante. Statkraft ha constatado también que cuenta con el apoyo de las instituciones vascas, con el Gobierno Vasco a la cabeza, y tras comprobar que EH Bildu, y por extensión el Ayuntamiento de Azpeitia gobernado por la coalición, muestran una postura posibilista de colaborar si la noruega. Eso sí, siempre que Statkraft confirme su anuncio de «socializar» la energía limpia entre los vecinos y empresas locales y actuar con «transparencia» y «participación social», y tratando de minimizar el impacto medioambiental.
La prueba del antiguo cine de Soreasu era peliaguda tanto para Statkraft como para la propia regidora. El joven irundarra Jon Zayas, director de proyectos de la empresa y que intervino en euskera, tuvo que exponerse ante un público en el que un sector está convencido del 'no' al proyecto, que algunos casos le interrumpió o gritó, aunque no fueron pocos quienes asistieron con la intención de recabar información para formarse una opinión.
Statkraft señala que, pese a la agotadora sesión, los responsables salieron con una «sensación buena» y aseguran sentirse «arropados» por el Ayuntamiento de Azpeitia. La empresa nórdica quería que los vecinos «pusiesen cara» a la empresa y consideran que la cercanía mostrada por Zayas y su compañero Luis Miguel Álvarez, director de Desarrollo, ayuda a evaporar temores.
El trago tampoco fue del todo agradable para la regidora independentista, Nagore Alkorta, que también fue interrumpida por algunos vecinos contrarios al proyecto y adheridos a plataformas contra los parques eólicos. Pero Alkorta dio muestras también de flexibilidad al hablar de «oportunidad de traer energías renovables democráticas» para reducir la «dependencia del exterior», que en el caso de Euskadi es prácticamente del cien por cien. También Alkorta pudo comprobar que los portavoces de la firma noruega, de carácter público además, verbalizaron su compromiso de revertir en el municipio la inversión de 32 millones prevista para el parque que se denominará Piaspe (la segunda red de molinos, la de Itsaraz, se ubicaría entre Eskoriatza y la localidad alavesa de Aramaio). Sin expresar un apoyo explícito al proyecto, recalcando que todavía está en pañales y por definir, tanto la coalición soberanista como Alkorta sí que consideran que el proyecto de Statkraft abre una oportunidad de abordar la necesaria «transición ecológica». Y lo hace en base a unos parámetros (participación ciudadana, sostenibilidad y responsabilidad social con las comarcas) que siempre ha defendido el mundo de la izquierda abertzale al referirse a cualquier proyecto de este tipo.
Statkraft trabaja ya en el diseño de los modelos de cooperativas y comunidades energéticas que podría activar para impulsar el proyecto del parque eólico de Piaspe. Un modelo en el que hicieron especial énfasis durante las casi tres horas de reunión.
Comparativa con la Torre Eiffel
En ella se dieron además algunos datos novedosos. Por ejemplo, se confirmó que la idea es poner menos molinos de viento, para reducir el impacto, pero más altos, de un total de 205 metros de altura, superior al tamaño de otros parques. Para ilustrar su altura, la imponente Torre Eiffel de París mide 330 metros, solo 125 más que los cinco aerogeneradores del futuro parque. Además se construirá un cable de evacuación de 3,8 kilómetros bajo tierra que transportará la energía producida desde los aerogeneradores hasta la subestación ubicada en el barrio de Lasao. Una longitud bastante menor, por ejemplo, que la de algunos parques ya en funcionamiento en Euskadi como el de Elgea-Urkilla, en la muga entre Gipuzkoa y Araba. Pretende alcanzar una producción anual de 84,7 gigavatios/hora y proveería de electricidad a 24.300 hogares.
Sobre la asamblea se pronunció este miércoles la consejera de Desarrollo Económico y Competitividad del Gobierno Vasco, Arantxa Tapia, que defendió que «es momento de pasar de las palabras» en favor de las energías renovables, a que esas instalaciones «también estén instaladas, quizá, cerca de nuestras viviendas, porque además lo necesitamos». En una entrevista en Radio Nacional, defendió proyectos como el de Piaspe, que también cuentan con el respaldo de la Diputación de Gipuzkoa de PNV y PSE.
El largo proceso de Statkraft prepara ya una nueva asamblea en Zestoa, otra localidad que se vería afectada. Pero la compañía se felicita de que, de momento, su proyecto, que debería ponerse en marcha a principios de 2027, arranca con viento a favor pese a alguna turbulencia.
Piaspe se ubicaría en una zona del monte Arauntza, en Odria Auzoa
El proyecto de parque eólico de Piaspe está una fase muy incipiente, dentro de un complejo y largo proceso de tramitaciones, concursos, permisos y estudios medioambientales, y no está decidida su ubicación. No obstante, la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, preguntada este miércoles al respecto, precisó que la idea principal de Statkraft es ubicarlo en la zona que se encuentra en el monte Arauntza de la localidad, cerca del barrio de Odria. Ocuparía terrenos de Azpeitia y también de Zestoa (en la parte norte) y Errezil (en la parte este). En esa zona de Odria Auzoa se encuentra la cadena montañosa de la localidad del valle del Urola, con cimas como Sañu y Etumeta. Empezaría a funcionar en 2027.
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