«En San Sebastián hay mucho 'know-how', por eso invertimos 20 millones aquí»
El rey Felipe VI ha inaugurado en Eskuzaitzeta una planta de la multinacional estadounidense dedicada a motores y sistemas de seguridad y frenado
Judy Marks, CEO mundial de OTIS (un gigante industrial del sector de la elevación con una plantilla de 70.000 personas), comparte con DV ... sus impresiones sobre el negocio, la pandemia, la guera de Ucrania y ante todo, la puesta en marcha en el polígono de Eskuzaitzeta de una nueva planta, que será inaugurada por el rey Felipe VI. Una fábrica y una plantilla, asegura la ejecutiva, que atesoran una enorme experiencia y capacidad.
– Su compañía mueve todos los días a 2.000 millones de personas en el mundo. Eso es una enorme responsabilidad...
– Sí que lo es, sí. Y por eso en OTIS nos lo tomamos muy en serio y apostamos por un producto de calidad que se centra en la seguridad. Somos 70.000 personas dedicadas a que todo funcione bien siempre.
– Creo que son la compañía del sector más antigua...
– Así, es. La más veterana y líderes del mercado. Nos gusta pensar que también somos la más moderna e innovadora. Tenemos además la enorme fuerza que nos otorga un legado histórico increíble y una marca reconocida en todo el mundo. Piense que OTIS está establecida en 200 países y que damos servicio a diario a más de dos millones de ascensores. Somos una empresa independiente y tenemos además la capacidad y la vocación de orientarnos al futuro.
«En Rusia hemos cumplido con las sanciones y hemos dejado de admitir pedidos y de invertir allí desde marzo»
– ¿Es España un mercado importante para OTIS?
– Es un mercado importantísimo. Es el segundo con más densidad de ascensores por habitante de Europa tras Suiza. Eso se basa en el mercado residencial. Tenemos 4.500 compañeros en el país entre las tres fábricas, los vendedores y los mantenedores. Y un centro de diseño en Madrid, que es uno de cinco en todo el mundo. En España hay ingenieros maravillosos que nos ayudan muchísimo.
– ¿Y la planta que hoy inauguran en San Sebastián?
– Lo que fabricamos en San Sebastián se exporta en un 80%. Tenemos aquí a gente increíble con competencias estupendas, un enorme 'know-how', una experiencia de décadas, que ahora aprovechan apoyados en tecnología puntera, y un producto muy competitivo. Por eso hemos invertido 20 millones de euros.
– ¿Por qué aquí? Supongo que existiría la tentación de levantar la fábrica en otro lugar...
– Llevamos aquí de una u otra manera desde hace setenta años, y aquí hay un conocimiento fabril enorme y un compromiso con OTIS también que es muy importante y que seguro que será muy importante en el futuro. Además, en el entorno hay centros de investigación, instituciones, universidades... Lugares en los que encontrar ingenieros y mano de obra muy buena. Las capacidades que hay en San Sebastián son esenciales para nosotros. Lo que se hace aquí se hace también en China, son dos plantas las que hacen lo mismo.
– ¿Qué fabrican en Zubieta?
– Fabricamos los motores, donde se colocan las correas que mueven el ascensor, y los sistemas de seguridad y los limitadores de velocidad, que se encargan de frenar la cabina si hay algún problema. San Sebastián vende sus productos a todas nuestras fábricas. No se trata de trabajar en países con mano de obra barata; aquí hacemos sistemas críticos y por eso necesitamos calidad al mejor precio. Y eso se logra aquí.
– Tienen 201 proveedores vascos...
– Eso es también formar parte de la comunidad en la que estás. Son proveedores de calidad y cercanos. El País Vasco es una región industrial de mucha calidad, así que estamos encantados de tener esos proveedores. Y creo que compartimos la misma ética, con lo que todo el mundo gana. Un 'win-win'
– Hoy viene el Rey a inaugurar la planta. ¿Está usted nerviosa?
– Estoy orgullosa y emocionada. Es un día muy especia para todas las personas que trabajan aquí, que han logrado que esto se haga realidad.
– En EE UU es más normal, pero en Europa nos sigue sorprendiendo ver a una mujer al frente de una enorme multinacional. ¿Tenemos mucho que aprender a este lado del Atlántico?
– (Sonríe) Yo estoy orgullosa de ser mujer, de dirigir esta empresa, de ser ingeniero y de llevar 38 años en la industria añadiendo valor y demostrando lo que valgo. Creo que las mujeres tienen muchísima capacidad de liderazgo y de reunir equipos y hacerlos trabajar juntos. Tenemos una diversidad de pensamiento que nos ayuda a resolver problemas. Las líderes mujeres tenemos mucho que ofrecer. Nos centramos mucho en la igualdad. Sobre las diferencias, en EEUU entras las quinientas personas más influyentes solo suele haber unas veinticuatro mujeres así que. Yo he tenido la oportunidad.
– ¿Cómo afronta OTIS los grandes retos globales de la digitalización y la sostenibilidad?
– Son retos pero son también oportunidades. No hay ni una sola empresa que pueda tener éxito sin transformarse ni introducir elementos disruptivos. La digitalización te lleva a cambiar personal, trabajadores y directivos. Necesitamos la tecnología para mejorar los productos y para cuidar a las personas. La sostenibilidad es muy importante, y, en este sentido, cuando lo tú lo haces bien a tu empresa le va a ir bien. Intentamos que nuestras empresas reduzcan las emisiones, que se use energía renovable, usar paneles solares, como en la fábrica de San Sebastián, que va a ser cero emisiones netas... Y es muy importante también aportar a la comunidad, por eso tenemos un programa de mentoría con jóvenes de aquí para estudiar cómo la tecnología les puede ayudar.
– Los ascensores están llenos de tecnología. ¿Cómo les ha afectado la falta de semiconductores?
– Es algo que ha afectado a todas las empresas tecnológicas en mayor o menor medida. Usamos los semiconductores en nuestros controladores, y ya previmos que iba a haber escasez, así que exigimos a nuestros proveedores. Nunca permitimos quedarnos sin ellos y no interrumpimos nuestra producción. Hicimos una gestión muy eficaz, así que tengo que agradecer su trabajo a toda la cadena de suministro.
– ¿Tiene sentido montar fábricas de chips en Europa?
– No debería de haber capacidad en un solo país, que es Taiwan. Me da igual que sea Europa o EEUU, pero varias fuentes es mejor. ¡Claro que sí!.
– ¿Hasta qué punto es esencial la ciberseguridad?
– Es absolutamente esencial. Es, incluso, una función independiente en OTIS. Tenemos la que protege nuestras instalación y la que protege a nuestros productos y servicios. Ofrecemos 100% seguridad. Esto evoluciona cada día e invertimos lo que sea necesario en ello.
«En San Sebastián fabricamos sistemas críticos que luego van a nuestras plantas de todo el mundo»
– ¿Cómo serán los ascensores del futuro?
– Los ascensores del futuro ya están aquí, y se llaman Gen360. Está todo conectado. Monitorizamos y recopilamos datos de 700.000 unidades todos los días, y podemos hacer mantenimiento predictivo y proactivo antes de que surjan los problemas. Así nuestros clientes y los pasajeros están protegidos e informados.
– ¿Cómo les ha afectado la pandemia de Covid?
– La pandemia ha afectado a todo el mundo. Tenemos 16.000 trabajadores en China, así que empezamos a aprender antes de que llegase a Europa o EEUU. Hemos mantenido ascensores en viviendas y hospitales todos los días. Y nuestras 18 plantas en el mundo no se pararon. Redujimos los gastos y los salarios, pero toda la empresa avanzó junta. Estoy muy agradecida y orgullosa de los empleados. Permitimos que el mundo siguiera moviéndose.
– ¿Qué impacto está teniendo en OTIS la guerra de Ucrania?
– Tenemos operaciones en Ucrania y Rusia, y lo primero ha sido garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y sus familias y que quienes quisieran salir de Ucrania lo pudieran hacer. Me siento orgullosísima de nuestra gente en Ucrania. En Rusia hemos cumplido con las sanciones y hemos dejado de admitir pedidos y de invertir allí desde marzo. Nos enfrentamos allí a escasez de suministros y yo misma he decidido ver otras estrategias alternativas para nuestro negocio en Rusia; daremos información al respecto próximamente.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión