Iberdrola rompe el techo de su beneficio: 4.339 millones en 2022

La compañía ha destacado que este resultado tan positivo es fruto de las fuertes inversiones realizadas en la última década y que han permitido incrementar de forma importante su capacidad de generación y comercialización de electricidad, así como una amplia presencia en nuevos mercados. Incluso, la empresa que preside Ignacio Galán ha remarcado que el negocio en España ha sufrido un ligero retroceso, con una caída del resultado del 19%, que ha podido ser compensado con los aumentos contabilizados en Brasil y Estados Unidos, principalmente. La caída en España se justifica por la necesidad que ha tenido la empresa de comprar energía en el mercado diario, a precios elevados, debido al descenso de producción en algunos de sus puntos de generación y la obligación de atender a los contratos de largo plazo que tenía firmados.

Iberdrola invirtió el pasado año un total de 10.730 millones de euros y aspira a mantener un ritmo similar e incluso ligeramente incrementado en 2023, hasta los 11.000 millones. Con ello tendría la posibilidad de aumentar en 3.000 megavatios su capacidad de generación de electricidad.

Si los beneficios son un récord, la empresa también ha querido destacar que su aportación a las arcas públicas también lo es, ahora que va a tener que hacer frente al pago del nuevo impuesto extraordinario que el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó para empresas energéticas y la banca. Así, en su informe anual asegura que ha generado 7.500 millones de euros en impuestos, de los cuales 2.600 se han recaudado por Hacienda en España.

La remuneración a los accionistas, el auténtico apoyo de los gestores de la compañía, va a crecer hasta los 0,49 euros por título con cargo al beneficio de 2022. Ello supondrá, si la junta de accionistas lo aprueba, el pago de 0,31 euros con carácter complementario y que se sumarán a los 0,18 euros ya abonados.

De nuevo, Iberdrola ha hecho un llamamiento a la «estabilidad regulatoria», algo que echa de menos también en España, para incentivar las inversiones en generación renovable. La única salida, apuntan, para rebajar los precios de la electricidad a los consumidores ya que ello permitiría reducir la actual dependencia del gas, que es quien está forzando el mercado al alza.

De cara al futuro Iberdrola ha lanzado hoy un mensaje optimista en torno a la evolución de la compañía y también de los resultados en 2023, si bien van a estar amortiguados por la necesidad de hacer frente al nuevo impuesto a las energéticas. Así, la firma estima que ese gravamen le va a costar en torno a 220 millones de euros –por sus resultados de 2022 pero que deberá abonar en dos pagos este año-, lo que limitará el crecimiento del beneficio a un 5%. El gravamen se comería la mitad del crecimiento previsto para los beneficios.

Junto a ello, Iberdrola ha destacado la intensa creació de empleo que mantiene en todos los países en los que opera, con la incorporación de 4.700 nuevos empleados a lo largo del pasado año.