La generación de energía renovable se hunde en Euskadi al registrar el peor dato en doce años
La desconexión del gas, la falta de parques y las condiciones del tiempo elevaron un 69% la dependencia del sistema nacional
Lucas Irigoyen
Domingo, 17 de marzo 2024, 01:00
La crisis energética desatada en 2022 por la guerra de Ucrania acabó con los escépticos de las renovables. El tremendo impacto que generó en la ... economía el aumento del precio de la luz cerró consensos sobre la necesidad de desarrollar la energía verde, bien por motivos ambientales, por cuestiones económicas o por las dos. Pero mientras ese acuerdo general recorría Europa, en Euskadi la falta de infraestructuras y unas malas condiciones meteorológicas hicieron que en 2023 se firmara el peor registro en generación renovable de los últimos doce años.
Según recoge Red Eléctrica, el total de la electricidad de fuentes verdes generada en el País Vasco el año pasado fue de 881.358 MWh, la cifra más baja desde 2011, que es el último año que recoge el boletín estadístico del operador estatal. El caso es que hace doce años, la generación con energía eólica, fotovoltaica o hidráulica era un 25% mayor gracias al 1,18 millón de MWh alcanzado. Respecto al año anterior, el 2022, que es cuando estalló la guerra de Ucrania y una crisis de precios en la luz sin precedentes, en Euskadi la obtención de electricidad verde también descendió. En concreto, el 16,4%. Una tendencia que se ha venido reforzando en los últimos cinco años con un ajuste del 21%.
En esta situación pesan varios aspectos. Uno de ellos ha sido el factor climático. Según explica el responsable del área de Energías Renovables y Aprovechamiento de Recursos del Ente Vasco de la Energía (EVE), Iñaki Bóveda, las condiciones del viento en la vertiente norte de la Península no fueron buenas. Así, los aerogeneradores produjeron entre un 20% y un 25% menos que su media habitual. Además, en lo que se refiere a la hidráulica, la sequía de la cuenca hidrográfica del Ebro se ha hecho notar hasta el punto de que Iberdrola ha señalado que el rendimiento energético en esta vertiente ha sido el más bajo en 23 años. Según explican desde el EVE, esta fuente de generación se redujo más de un 60% el pasado año en el País Vasco.
Hace 18 años
Pero, además del tiempo, el principal problema es que no se han construido instalaciones de generación renovable. El último parque eólico en Euskadi se levantó hace 18 años en el Puerto de Bilbao. El rechazo social en muchos pueblos y el enfrentamiento político no ha ayudado a ello. De hecho, una de las claves para romper esta dinámica reside en la Ley de Cambio Climático. Una norma que el pasado febrero recogió el respaldo de más del 80% de los diputados en el Parlamento vasco. La nueva legislación adelanta la fecha de la descarbonización en Euskadi a 2045 y fija para 2030 el objetivo de reducir un 45% las emisiones de CO2 respecto a 2002. Y para lograrlo establece una hoja de ruta: implantar renovables. Para ello recogió dos contrapartidas para Bildu: un canon para las empresas que instalen aerogeneradores o placas fotovoltaicas y, por otra parte, un calendario para abandonar el gas en 2030.
El gas se empleó en siete de cada diez megawatios de electricidad generados en Euskadi
Precisamente, el gas utilizado para generar electricidad en los dos ciclos combinados vascos es lo que más se ha reducido. En 2023, supusieron 2,6 millones de MWh, una cantidad que es menos de la mitad que el año anterior y el 41,2% menos que en 2019. El desenganche de este combustible ha evidenciado más aún la laguna vasca en el desarrollo de las renovables. Y es que esa dinámica ha marcado el 'mix' de generación eléctrica en toda España, entre otras cosas, por el crecimiento que han experimentado las renovables. En el conjunto del país, el 2023 fue un año récord para la electricidad verde con 139 millones de MWh, un 40% más que hace cinco años; o 193 millones si se añade la energía nuclear, un 25% más. Son datos que han aportado un pico de generación que ha permitido apagar en muchos momentos las centrales de ciclo combinado de Boroa y del Puerto de Bilbao –esta última es una de las primeras del sistema nacional en ponerse en funcionamiento–.
Esto ha elevado la dependencia del sistema vasco al aumentar la electricidad captada fuera hasta los 9,8 millones de MWh. Un 69% más que en 2022 y un 22% respecto a hace cinco años. Por lo tanto, se confirma el principio que se consolidó con la crisis de la guerra de Ucrania: 'si no generas energía renovable, se recorta tu autonomía'. Y, actualmente, Euskadi tiene que recurrir al exterior para cubrir más del 65% de la electricidad que demanda. Un proceso que ha ido acusándose en los últimos años ya que antes de la pandemia ese porcentaje era del 50%.
El gas, clave en Euskadi
En 2023, el mix de generación nacional se compuso en su mayoría de la generación eólica (23%), la energía nuclear (20,3%), los ciclos combinados (17%), la fotovoltaica (14%) o la hidráulica (9,5%). En el País Vasco, en cambio, la mayoría de la generación eléctrica descansó durante el pasado año en el gas: un total del 73,7%. En su mayoría, el 51,6%, en las centrales de ciclo combinado y un 22% en la cogeneración. Después, la siguiente fuente es el tratamiento de residuos renovables (5,8%), seguido de la eólica (5,2%) y la hidráulica (4,7%).
'Boom' del autoconsumo
Desde el EVE, Bóveda señala que en este tiempo se ha hecho un avance importante en aumentar la eficiencia del sistema y en promocionar las instalaciones de autoconsumo. Son una parte pequeña en cantidad, pero representan la extensión de un compromiso social. Así, en 2023, esta potencia instalada alcanzó los 45 MW, equivalente a un parque eólico de ocho aerogeneradores. Se trata de una cifra en un año que es la misma que suman todas las instalaciones puestas en marcha hasta ahora. Además, el Gobierno vasco se ha implicado en el desarrollo de proyectos renovables convirtiéndose en socio de compañías como Iberdrola o Solaria para construir parques eólicos y fotovoltaicos.
La energía obtenida con la gestión de residuos renovables fue más relevante que la eólica
Estas inversiones previstas, solo en 2023, ascienden a 40 millones de euros. La apuesta verde respaldada por la UE con una importante inyección financiera gracias a los fondos europeos también se está dejando notar. Y es que, en tres años, se han registrado 61 proyectos con un total de 1,3 GW de potencia en Euskadi. Son más del doble que los 600 MW actualmente instalados.
La energía eólica suma 29 peticiones (885 MW que requerirían unos 200 molinos) y la energía fotovoltaica cuenta 32 solicitudes (409 MW que ocuparían 7 millones de metros cuadrados con 800.000 placas).
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