Euskadi queda este año como la comunidad más atractiva para las grandes fortunas

El Impuesto sobre las Grandes Fortunas se aplica de manera complementaria al de Patrimonio, de forma que solo se activa en la parte no cubierta por el segundo. Como en Madrid está bonificado al 100% –lo mismo que en Andalucía desde este año, mientras que Galicia ha elevado al 50% la exención–, el salto es elevado en esta comunidad.

Euskadi no ha dejado de aplicar Patrimonio, pero los tipos marginales establecidos –2% en Bizkaia y 2,5% en Álava y Gipuzkoa– están entre los más bajos de España. A ello se suma que, debido a su régimen foral, no está obligada a aplicar el Impuesto sobre las Grandes Fortunas. Después de cierta polémica por esta diferencia, PNV y PSE han iniciado contactos para implantarlo en el País Vasco este ejercicio, con un año de retraso respecto al resto. Sin olvidar, además, que hay elecciones en mayo y que habrá que ver cómo queda la composición política de las Juntas Generales tras el 28-M.

El caso es que las grandes fortunas del resto de España deberán pagar el impuesto según su riqueza en 2022. El nuevo tributo se aplica a partir de los 3 millones de euros, con un tipo de gravamen comprendido entre el 1,7% y el 3,5%. Euskadi, donde solo se aplica el Impuesto sobre Patrimonio, seguiría siendo menos atractivo que Madrid para las personas con activos inferiores a los tres millones, pero la cosa cambiaría a partir de esa cota. No obstante, hay que tener en cuenta matices como el escudo fiscal: la suma del IRPF y los impuestos sobre Patrimonio y grandes fortunas no puede superar el 60% en territorio común y en el País Vasco se puede llegar al 65%.

A diferencia de lo ocurrido en Euskadi, el Gobierno navarro, que también cuenta con la excepción foral, ha acelerado para incorporar a su propia normativa sobre Patrimonio el nuevo impuesto sobre las Grandes Fortunas. Así, a finales del año pasado, aprobó una subida del marginal hasta el 3,5% que ya se aplica en 2022.

También se ha movido Cataluña, aunque en su caso con el objetivo de evitar que la recaudación de las grandes fortunas catalanas termine en las arcas del Estado. De esta forma se explica que el Gobierno de Pere Aragonès haya elevado desde el 2,75% hasta el 3,48% el tipo marginal en el Impuesto sobre Patrimonio, según apuntan los expertos del Consejo General de Economistas.

Por otro lado, llama la atención la comparativa que hacen en el IRPF. Euskadi se mantiene, según su informe, como la comunidad que menos grava las rentas medias, si bien aparece como la que peor trata a las más bajas, las situadas en torno a 16.000 euros. Madrid es la que más beneficia a las rentas altas.