Ulma apura las reuniones para evitar fisuras y que sus nueve empresas apoyen dejar Mondragon
Las unidades de negocio que optaran por seguir en la Corporación, algo que la firma de Oñati cree poco probable, deberían ratificar en una segunda votación que se desmarcan del resultado global
Ulma y Orona apuran estos días las reuniones de cara a la decisiva asamblea de este viernes que debe ratificar la propuesta de sus ... respectivas direcciones ejecutivas de abandonar el Grupo Mondragon. En el caso de la empresa oñatiarra la votación es más compleja ya que las nueve cooperativas que la componen tienen autonomía de decisión y celebrarán cada una sus distintas votaciones, por lo que cabe la posibilidad de que alguna de ellas pudiera pronunciarse a favor de seguir en la Corporación Mondragon. En ese caso, los estatutos de Ulma prevén una segunda votación en la que esa empresa debe ratificar si quiere seguir bajo el paraguas de Mondragon, en el caso de que la mayoría de las nueve firmas de Ulma decida desgajarse, o si, por el contrario, acepta la decisión de la mayoría de Ulma y se mantiene junto a ellas, evitando así fisuras internas en esta compañía.
Para evitar llegar a ese extremo y dar una imagen de unidad en la toma de una decisión histórica para la compañía, los responsables de Ulma se afanan estas semanas en cerrar filas y defender los argumentos favorables a la salida de Mondragon, para evitar una división interna que la firma de Oñati considera poco probable que se produzca.
No obstante, entre las distintas empresas no ha habido siempre homogeneidad de pensamiento. En 2002, en las votaciones para que Ulma entrara en Mondragon, hubo algunas cooperativas, como Construcción, Embalaje y Agrícola, opuestas en un primer momento, aunque luego ratificaron la decisión mayoritaria. Actualmente la firma oñatiarra es una cooperativa con nueve negocios autónomos: Agrícola, Soluciones de Arquitectura, Construcción, Componentes, Soluciones Embebidas, Soluciones de Forja, Handling Systems, Packaging, y Servicios de Manutención. Entre todas ellas se practica la solidaridad intercooperativa, con las empresas más rentables ayudando a las firmas hermanas que en un momento dado necesitaran echar mano de los fondos comunes de solidaridad.
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La firma de Oñati, que mantiene un silencio sepulcral pese a los reiterados requerimientos de este periódico para conocer su punto de vista, acondiciona ya el recinto de Illunbe en Donostia, donde se celebrarán las asambleas, que deben reunir a 2.800 cooperativistas con derecho a voto, de un total de 5.500 trabajadores.
Votación electrónica
Decenas de autobuses saldrán de Oñati y Legazpi a primera hora del viernes para llegar a la asamblea prevista para las 10.30. Se procederá a una nueva exposición por parte de responsables de la empresa que preside Iñaki Gabilondo, y habrá nuevos turnos de ruegos y preguntas. Posteriormente se procederá a la votación a través de un sistema electrónico anónimo impulsado por LKS Next, empresa perteneciente al Grupo Mondragon.
En el caso de Orona, que ha comenzado ya los trabajos en su sede de Galarreta (Hernani) para celebrar la asamblea, el proceso es más sencillo al ser una empresa en su conjunto. Son menos votantes, 1.750, aunque muchos procedentes de otras comunidades autónomas, que vendrán en vuelos fletados. Además, en abril modificaron sus estatutos (con el voto favorable de sus socios) para flexibilizar las mayorías necesarias para aprobar operaciones de calado como la eventual salida de Mondragon.
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La consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, Arantxa Tapia, reiteró ayer el «respeto absoluto» del Gobierno Vasco a la decisión que tomen los coperativistas de Ulma y Orona, «tanto si deciden mantenerse en la Corporación Mondragon como si deciden salir», y defendió que independientemente de la decisión, el Grupo Mondragon va a continuar siendo «uno de los principales grupos industriales del país», con una relevancia internacional que «no va a ponerse en duda por esta situación». La responsable de la política industrial de Euskadi confió en que «no se dañe al proyecto cooperativo», y destacó que Ulma y Orona tienen la «intención de desarrollar un proyecto diferente, un modelo relacional diferente» del demostrado hasta ahora.
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